Román Martín, el jockey español más laureado de la historia, ha muerto este miércoles tras una larga enfermedad a los 76 años de edad. El mejor de los jinetes nacionales que ha montado nunca en loshipódromos rivalizó en una época dorada con el mítico Claudio Carudel, fallecido hace 5 años, y logró que propietarios como los presidentes merengues Ramón Mendoza o Lorenzo Sanz alcanzasen con sus purasangres grandes victorias.

Sus hazañas tenían una explicación: Román Martín era un jinete que nunca daba una carrera por perdida. Era el jockey del pueblo, aquel que se hizo camino en la posguerra por su pequeña estatura y su cuerpo famélico, castigado por el hambre que pasaba su familia.

JINETE DE LA POSGUERRA

Fue a los 14 años cuando empezó a montar y desde entonces ya no hizo más que ganar y ganar, obteniendo durante los años 60, 70 y 80 unos registros únicos, con casi 2.000 victorias como profesional, 1.093 como jockey, 10 veces ganador de la estadística de jinetes y nueve veces subcampeón, además de tres veces campeón cuando se pasó a preparador.

Admirado por los aficionados, Román Martín compitió codo a codo con Claudio Carudel en la época de oro del turf nacional. A Román le llamaban “el jockey de hierro”, a Carudel “el jockey cerebral”. Eran tiempos en los que el presidente del Madrid Ramón Mendoza le hacía montar sus caballos para vencer a Carudel, estrategia que unos años después repitió su sucesor en la presidencia blanca, Lorenzo Sanz.

MERECIDO HOMENAJE

Tras su retirada se convirtió en uno de los preparadores más importantes de España, ganando muchas de las pruebas más prestigiosas del país. Incluso en el año 2012 dio nombre a una carrera de yeguas de 1.600 metros que se celebra cada año en otoño. Un merecido premio para un jockey querido y ahora añorado por el mundo de las carreras hípicas.