No deja de ser anecdótico, pero a la vez, revelador. En Cádiz, Luis Miguel Carrión repitió once por segunda vez desde que se hizo cargo del primer equipo. El catalán alineó el mismo once que se impuso al Reus y sólo en otra ocasión, en los encuentros contra el Almería y el Mallorca, sacó de inicio a los mismos jugadores. Obviamente, tanto en aquel tiempo como en esta ocasión, la decisión del técnico blanquiverde ha tenido mucho que ver con el resultado obtenido y con el rendimiento de ese equipo inicial. Oltra, sin embargo, sí dio continuidad a sus once elegidos siempre que le fue posible y, por ejemplo, en los tres primeros encuentros de Liga alineó a los mismos hombres. Luego llegaron los problemas, que fue solventando como pudo y, ya a partir de la jornada octava se convirtieron en una losa que terminaron con su etapa en el Córdoba. No tenía hombres suficientes en algunas demarcaciones y en donde los tenía no ofrecían el mínimo rendimiento exigible.

Tras su destitución, Carrión movió el cesto y llegó a dejar en la grada a hombres que fueron hasta ese momento titulares indiscutibles. Pero no le resultó más allá de los dos primeros partidos. En enero, el equipo sumó sólo dos puntos en cuatro partidos, en febrero uno más, tres, en otros cuatro partidos, mientras que en marzo sumó cuatro. Es decir, en el primer trimestre, con muchos cambios en el once y los nuevos fichajes más que integrados, el Córdoba sumó nueve puntos de los 36 en juego. Ya en marzo, Carrión intentó devolver la normalidad y no fue hasta abril cuando el equipo aumentó el ritmo de puntuación lo suficiente como para aspirar a la salvación.

Desde entonces, los únicos cambios que se ha permitido el técnico blanquiverde han sido los obligados por las lesiones, la reincorporación de Deivid y, últimamente, el cambio del delantero de referencia.

Vistos los últimos cuatro puntos sumados, lo más lógico tras ver la actuación del preparador cordobesista, es que el once ante el Oviedo sea prácticamente calcado al de Cádiz.