Se marcha el Rey Midas del Sevilla, el gran responsable de la metamorfosis del club andaluz en el siglo XXI, el mago que vio estrellas donde otros veían solo futbolistas desconocidos y el negociador que sacaba réditos millonarios de cada inversión. Se va Monchi del Sevilla, ya es oficial, ya se ha despedido. Y se marcha por una decisión propia. “La culpa es mía, no es un fracaso del club. Necesito coger aire, oxígeno, necesito descansar, ya sea en mi casa en La Barrosa o en otro club, pero lo necesito. Mi deseo de salir no se ha frenado desde que comenzó la temporada. No sé si el momento es bueno, pero seguramente ninguno hubiera sido bueno”, ha dejado claro el de San Fernando.

La realidad es que el director deportivo más famoso de España deja el club de sus amores, del que seguirá siendo socio, “el 8.554”, y del que seguirá siendo hincha. “Se acaba una etapa de mi vida, la de director deportivo, y empieza otra más bonita y emotiva, la que siempre he soñado, la del socio 8.554. La del Monchi solo sevillista, el que cuando a partir de ahora esté en el estadio será un guardián de Nervión más, sentado al lado de mi gente, de mis hermanos, de los que sienten como yo, porque como a todos ellos a mí no me late el corazón, me late tu escudo, Sevilla. Gracias”.

NUEVE TÍTULOS Y 300 MILLONES

Deja atrás 9 títulos, 16 finales y una plusvalía de cerca de 300 millones de euros entre las compras y las ventas. Deja atrás de hecho un Sevilla nuevo, transformado y al más alto nivel. Han sido 17 años de trabajo desde que en 2000 cogiera las riendas de la secretaría técnica con un modesto objetivo, colocar al Sevilla en plena crisis entre los siete primeros equipos de Segunda. Tras 17 años deja al Sevilla entre los 7 primeros, de Europa, según el coeficiente de la UEFA.

De estos 17 años tiene muchos recuerdos, como no puede ser de otra forma, pero entre todos se queda con uno: “Eindhoven 2006. Fue nuestro primer título y el más especial. Como ese momento no creo que haya habido otro especial”. “A los aficionados del Sevilla, no habrá en la historia un director deportivo que se pueda sentir más querido que yo por una afición. Imposible. El cariño anónimo de ese aficionado es lo más grande que yo me llevo. Ese amor de la gente”.

Tras el exportero de San Fernando se abre un periodo de incertidumbre en el club sevillano. Un Sevilla sin Monchi no ha existido en el siglo XXI. La entidad tendrá que decidir que camino tomar, si bien el ya exdirector deportivo tiene claro su consejo y su apuesta: “La planificación ya está hecha en gran parte. En ese aspecto no debe haber mucho cambio. Yo digo lo que pienso, y se lo he dicho a ellos, creo que el club está preparado para suplir mi ausencia sin duda. Hay grandes profesionales en mi grupo, posiblemente pierda yo más sin ellos que ellos sin mí. Va a ser difícil encontrar un grupo de trabajo tan bueno como el que he tenido. Quien debe tomar la decisión es el club. No soy sospechoso de no querer lo mejor para el Sevilla y si digo eso es lo mejor", sentenció.

"EL QUE PINTA EL CAMPO"

Eso sí, Monchi se va del Sevilla, probablemente desembarcará en la Roma, club con el que ya ha mantenido varias reuniones y con el que posiblemente firmará en próximas fechas. Pero para todas las partes hay algo claro, volverá. Porque ni siquiera ha podido decir “hasta nunca”. De aquí nunca puedo decir hasta nunca, siempre diré hasta luego, hasta siempre o hasta la próxima. No sé qué va a pasar en el futuro, ojalá todo vaya bien y lo hecho por mí quede en el recuerdo y borrado por lo que venga después. Pero si en algún momento el Sevilla FC tiene a bien llamarme porque me necesite y yo haya cogido el aire que necesito, no tendré ninguna duda. Soy director deportivo de casualidad, porque si me hubieran ofrecido ser el que pinta el campo habría dicho que sí, porque sabía lo mismo de las dos cosas. Esta es mi casa".