Dice el refrán que «a entrenador nuevo, victoria segura», pero el Córdoba se abonó ayer al dicho de «no hay dos sin tres», y sumó su tercera derrota consecutiva en Liga que le hunde en los puestos de descenso.

Con Merino vinieron nuevas ideas al club blanquiverde, que en cuatro días ha mutado de un equipo atrevido, valiente y blando en defensa a un conjunto sólido, equilibrado y arropadito atrás. Lo intentó proponiendo poco en ataque y cubriendo con la sábana la defensa para evitar nuevos resfriados, que finalmente acabaron por llegar.

Porque cuando las cosas van mal, la suerte suele ser esquiva, y cuando mejor estaba el equipo, llegando con arrancadas de Jaime Romero y Guardiola, el murciano se metió un gol en propia que liquidó el partido. Tiene mucho trabajo por delante Merino, que debe recomponer a unos futbolistas mentalmente afectados por la situación, e incapaces de reaccionar cuando el rival se adelanta en el marcador.

SE QUEDARON EN CÓRDOBA

La presencia de aficionados blanquiverdes en los campos de Segunda ha ido mermando conforme la caída sin frenos del equipo ha ido acelerando y convirtiendo la pasión de inicios de temporada en decepción mezclada con miedo. Porque cuando el aficionado que hoy se quedó en Córdoba mira la clasificación, no puede más que hacerlo con una dosis importante de canguelo.

Por mucho que se insista en que esto acaba de empezar, la realidad es que ya se ha sobrepasado el primer cuarto de Liga y el equipo está situado en puestos de descenso y sin mostrar síntomas de recuperación. Cierto es que ayer con Merino se notaron otras cosas, equilibrio entre líneas, seguridad defensiva y un orden táctico que destacó por su novedad respecto a lo vivido hasta ahora.

Tiene trabajo por delante, y mucho, el técnico linense, que debe convertir esas pequeñas luces de esperanza en verdaderos faros que guíen al equipo a la consecución de resultados inmediatos. Porque en la situación actual lo único que tiene valor son los puntos en el casillero, sumar de tres en tres y salir cuanto antes de la zona caliente. El próximo domingo, nueva oportunidad ante el Numancia, en la que queda por saber cuál será el recibimiento que El Arcángel dispensará a la plantilla.