En 2003 se tachaba de hereje y era vapuleado todo aquel que osara cuestionar el milagro económico español. Aún hay quien discute la falacia, con la que ha caído desde entonces (y no todos lo han hecho), como los hay también quienes ponen en cuestión el cambio climático. Todos escorados al mismo bando.

Rodrigo Rato, el gran gurú de la burbuja en cuestión, elogiaba el modelo islandés (quebró el Estado), el sistema financiero estadounidense (quebró Lehman Brothers) y defendía la autogestión de los mercados, hasta que las subprime tornaron en tsunami. Más de una década después, algunos dirán que es muy fácil el análisis. Pero cómo se vivía...

Salvando las distancias y, sobre todo, las consecuencias, entiendo que no se es menos patriota cordobesista por advertir, en medio del fervor del liderato, las debilidades del milagro Oltra. El Córdoba CF no debería conformarse con las cifras macroeconómicas de la tabla y avanzar en las reformas estructurales. Los mercados no perdonan.