Ausente por sus persistentes molestias en los hombros Mireia Belmonte, Melani Costa (Palma de Mallorca, 1989) se ha convertido en la cabeza de lista del equipo español de nataciónen línea en los Mundiales de Kazán (Rusia). La nadadora mallorquina debutará este domingo en los 400 metros libre, su mejor prueba, en la que defenderá la plaza de podio (plata) conquistada en los anteriores Mundiales, los de Barcelona 2013. Melani, a sus 26 años con un ojo puesto ya en sus terceros Juegos Olímpicos, los deRío 2016, también nadará los 200 y 800 libre y los 200 espalda, sin descartar el relevo de 4x100 estilos.

-¿Le afectará el hecho de ser cabeza de cartel del equipo español?

-No creo que me afecte en absoluto. Voy bastante confiada y a darlo todo, como siempre. No voy a exigirme más a mí misma de lo que puedo dar por el hecho de que no esté Mireia.

-Además, la gente se fijará en usted porque tiene en el recuerdo la medalla de plata de Barcelona 2013...-Sí, es posible, pero aquella medalla, más que una responsabilidad, es una motivación. El año pasado no estuve muy bien, pero ahora vuelvo a encontrarme mejor y quiero volver a las finales, sobre todo pensando en el año que viene, que es año de Juegos, y quiero estar en una final olímpica sí o sí, aunque luego me tengan que sacar del agua para llevarme directamente al hospital.

-Es verdad, le falta al menos una final olímpica. En el 2012, en Londres, logró dos crueles novenos puestos en 200 y 400 metros libre, y un décimo en el relevo 4x200 libre. ¿Se ha sacado ya esa dolorosa espina?-Me la quité bastante con mi actuación en Barcelona, donde además de la medalla de plata en 400 logré el quinto puesto en la final de 200, con récords de España en ambos casos y grandes marcas. Así que, ahora a seguir, porque tengo la oportunidad de ir a unos terceros Juegos Olímpicos y debo aprovecharla.

-A Kazán llega con la 15ª marca mundial en 400 libre. ¿Qué espera de estos Mundiales?-No sabré exactamente como estoy, comparado con Barcelona 2013, hasta que salte a la piscina. Pero la verdad es que me he recuperado mucho con respecto al año pasado y en los campeonatos de España Open me encontre muy bien y logré buenas marcas, algunas de ellas, las mejores de mi carrera, en los 800 libre y los 200 espalda.

-¿Por qué no explota más el estilo espalda, dada la facilidad que demuestra en ella?-Es verdad que se me da bien y tengo una facilidad natural para la espalda, quizá porque mi hermano era espaldista y me viene de familia. Pero ni siquiera entreno las salida, no tengo tiempo. Pero me divierte probar porque es un estilo muy diferente. De vez en cuando viene bien cambiar y mirar hacia arriba.

-¿Qué le pasó el año pasado?-Un montón de cosas. No las expliqué mucho en su momento porque no me gusta que estas cosas suenen a excusa. Tras los Mundiales de Barcelona hice toda la Copa del Mundo con mis mejores marcas, pero a finales de noviembre me lesioné en el tobillo, estuve apoyando demasiado en la pierna derecha -en la que tenía mal la rodilla, sin saberlo- y desde entonces he estado arrastrando todo esto. Tuve la mala suerte de inyectarme ácido hialurónico y ser la única persona entre un millón que es alérgica a él. Estuve un mes con muletas, tuve que recuperar musculatura en la pierna y llegué a los Europeos de Berlín con esa tara, a pesar de lo cual llegué a cuatro finales. Este año, con mucha rehabilitación, médicos y una rodillera para hacer ejercicios de estabilidad, me he recuperado mucho.

-¿Ha superado ya esos problemas?-Superar es una palabra demasiado positiva, pero la verdad es que estoy aguantando muy bien el dolor, que siempre estará ahí.

-Y en Kazán tendrá de rivales a las dos mejores, Missy Franklin (200 libre) y Katie Ledecky (400 y 800).-Sí, he elegido las pruebas más vistosas. Será un reto divertido (risas).