Todos los profesores tienen la tendencia de recordarle a sus alumnos que es mejor estudiar un poco cada día que pegarse el palizón en la previa del examen. Quizás lleven razón cuando lo repiten todos los maestros. Y quizás sea hasta más productivo esa carga dosificada de esfuerzo que apelar a la épica en la recta final, cuando ya hay otros alumnos que te recitan la lección de carrerilla.

Por ahí lo intenta el Córdoba de la 2016/17, que inició el curso con triunfo ante el Tenerife. Una victoria que hoy (19.00) intentará revalidar ante el UCAM Murcia, el conjunto universitario, el de los estudiantes y novato en la categoría de plata.

De momento, al nuevo Córdoba se le ven cositas de esa idea que José Luis Oltra pretende, por segundo año consecutivo, implantar entre los suyos, esa idea de equipo protagonista que maneja el balón con criterio. Ante el conjunto chicharrero se vio una escuadra blanquiverde dominadora del balón y del control y que, sin embargo, acabó pasando alguna penuria en los últimos 15 minutos ante un equipo sin demasiado que ofrecer en ataque.

No parece que vayan a haber demasiados cambios con respecto al once inicial de Liga. Se deja entrever que, de nuevo, Oltra se va a enfrentar al mismo problema que la pasada temporada: un buen once sobre el terreno de juego y pocas alternativas en el banquillo. Ha sorprendido especialmente que Caro se quedase en Córdoba, un jugador que estaba llamado a ser un comodín para la zaga blanquiverde y que aún no ha debutado y, de hecho, se pierde su primera convocatoria.

Bastante menos sorpresivo fue el descarte de Jean Paul Pineda. El chileno no termina de convencer. Con una presencia meramente testimonial la pasada temporada, no parece que este curso haya cambiado la visión que tiene Oltra sobre el atacante, con el que no cuenta ni para la banda ni para el centro del ataque.

Y es que ahí puede debutar hoy el décimo refuerzo cordobesista para la temporada, el italiano Federico Piovaccari. El estirado delantero se quedó sin jugar ante el Tenerife por falta de adaptación con sus compañeros. A diferencia del Córdoba del año pasado, en el que los laterales apenas se incorporaban al ataque y los bandas, más que colgar balones, eran encargados de trazar diagonales, este año parece que el equipo va a optar por colgar más balones al área y es precisamente ahí donde puede destacar la altura del exarmero. Ahora bien, tendrá que quitarle el puesto o bien a Rodri, pelón, o bien a Alfaro, para pasar a jugar con un dibujo más claro que refleje los dos puntas arriba.

Y Pineda tampoco parece que vaya a entrar --a lo largo de la temporada-- por banda izquierda. Ahí Juli se hace insustituible, pero con la obligación de darle un recambio para no volver a llegar “tiesos” -como decía Pablo Machín, técnico del Girona—a la recta final del campeonato. Así, de la larga lista de opciones que baraja el técnico para darle relevo al de Alcoy, parece que se decanta por Samu de los Reyes. El sevillano no apunta a quitarle el puesto a Cisma y ya ha sido probado como interior. Si no se le logra dar acomodo en otro equipo podría ser una opción, aunque apenas se le ha visto en la posición.

Pocas novedades más. Pawel vuelve a apuntar a la portería para consolidarse, máxime a la espera de que Razak se marche a las citas internacionales. En defensa, Antoñito, Rodas, Deivid y Cisma, con los recambios de Bijimine y Samu; por delante, Luso y Edu Ramos, de lo mejorcito en el arranque, se postulan para ser fijos en el doble pivote, con Borja esperando su oportunidad. La derecha es para Pedro Ríos; la izquierda, para Juli y, por dentro, depende si opta por los dos delanteros o por seguir con Alfaro algo más retrasado.

Enfrente está un UCAM Murcia desconocido para el público y casi desconocido entre ellos. Ha sufrido una profunda reestructuración tras el salto al fútbol profesional, con la llegada, de momento, de hasta 17 refuerzos.

Así, a priori, no parece que se trate de uno de los exámenes más difíciles del curso, sino más bien de una maría… de las típicas que se suspenden si no se va lo suficientemente preparado. «Trabado», como lo espera Oltra. Y, como dicen los profesores, mejor aprobar por parciales que ver cómo se te viene todo encima en junio.