En las palabras también se encuentra la confianza. Joselu, que el sábado marcó su primer gol oficial con la camiseta del Córdoba, mira a los ojos y reconoce sin pudor que lo ha pasado mal, que el no ir convocado ante el Girona supuso un punto de inflexión en su carrera y que a partir de ahora, espera su mejor versión. Tiene confianza. El primer paso para conseguir goles.

--¿Cómo se siente?

--No he estado bien en este inicio de temporada, así que cuando acabó el partido fue un alivio para mí, me he quitado una losa con la que llevaba tiempo cargando. Además, necesitábamos ganar como sea.

--¿Ha sufrido mucho?

--Cualquier delantero si no mete y encima no juega, no está bien. A ver si el partido ante el Barcelona B me sirve como empujoncito.

--¿Qué se le ha pasado por la cabeza en todo este tiempo?

--Llegué a Córdoba como un niño, con la máxima ilusión, con ganas de triunfar, aunque al principio no salió como esperaba. Pero sabía que con trabajo todo sale a la luz. Pedí confianza, continuidad y que se me valorara a final de año. Soy muy orgulloso y cabezón y lo que me propongo lo consigo. Espero conseguir que la afición y los que me trajeron se queden con lo mejor de Joselu.

--¿En quién se ha apoyado durante estos meses?

--Sobre todo en mis padres, en mi representante y en algunos compañeros de aquí que me han dado muchos ánimos, que han confiado en mí; se lo agradezco de corazón. En los momentos complicados es cuando realmente te das cuenta de lo bueno que es un vestuario, y el del Córdoba lo es.

--El abrazo con Abel está lleno de significado.

--Sí, pero se lo podría haber dado a cualquiera de la plantilla: a Alberto García, Alberto Aguilar, López Silva, Carlos Caballero... podría nombrar a muchos, pero el caso de Abel es particular porque a los dos se nos ha complicado la cosa y nos hemos refugiado el uno en el otro, nos hemos dado mucho ánimo, y dijimos que el primer gol que marcáramos lo celebraríamos juntos, por eso me acordé de él.

--¿Su padre qué le decía?

--Sabe que no me puede decir nada. Cuando estoy mal me encierro en mí mismo y no me puede decir nada porque lo pago con ellos; entonces se mantiene aislado, intenta ayudarme, pero sabe que lo llevo mal.

--Intuyo que no le gustan las críticas.

--Yo soy el más crítico conmigo mismo, así que no hace falta que venga cualquiera a decírmelo; cuando estoy bien lo digo y cuando estoy mal soy el primero en reconocerlo.

--¿Ya está mejor?

--Sí; desde las tres últimas semanas. El no convocarme ante el Girona me dolió mucho, me hirió el orgullo. Me dije que esto no podía seguir así.

--¿Qué hizo para cambiar?

--Me sentí muy mal, porque si ya lo pasas mal cuando estás en el banquillo, desde la grada... No me fui por respeto, pero estaba muy cabreado, no con mis compañeros ni con el entrenador, sino conmigo mismo porque me decía: coño, Joselu, ¿qué estas haciendo? Vienes a un equipo nuevo, con toda la ilusión que se ha puesto en ti... Berges me ha dado mucha confianza y apoyo, y al final, aunque haya sido por la mala suerte de la lesión de Pepe, tuve la oportunidad de entrar y marcar.

--¿Se había quedado alguna vez sin ir convocado?

--Sinceramente, nunca me he quedado sin convocar, por descarte ha sido la primera vez; siempre hay una primera vez, pero cuando lo ves dices, ¡joder! Me sentí confundido y me dije que esto no podía seguir así.

--Lo arregla con un golazo; ¿fue uno de sus mejores?

--Quizá sí. Sobre todo por el momento complicado. Fue bonito y ojalá me dé confianza y vengan más.

--¿Escuchó antes los gritos de la gente o el balón entrar?

--La verdad es que en ningún momento perdí el balón de vista, así que cuando lo vi entrar se me bajó todo. Fue un alivio enorme.

--¿El vestuario también se ha quitado un peso de encima, ha dejado de obsesionarse con la clasificación?

--El equipo tiene que ser consciente de que estamos en una categoría fuerte, que tiene que ir partido a partido y no echar cuentas. Ahora hay que ir a Almería con la idea de sacar los tres puntos, de dar un golpe sobre la mesa y decir, aquí estamos nosotros.

--¿Tenía muchos mensajes al acabar el partido?

--Sí, de hecho me bloquearon el whatsapp . Me hizo especial ilusión el de mi madre y mi tía, que lo han pasado bastante mal. Ojalá me lo bloqueen más veces de aquí a final de temporada.

--Por cierto, borró su cuenta de Twitter.

--Sí, pero no es porque la afición me haya escrito nada malo, sino porque llevo muy mal las críticas y soy muy exigente conmigo mismo. Decidí quitarlo para aislarme un poco de todo, a ver si cambiaba la cosa. Me quité el Twitter como me podía haber cambiado de zapatillas. A ver si así la cosa cambiaba y me iba mejor.

--Pues no se abra más cuentas.