Ryan Mason, de 26 años, centrocampista inglés del Hull City, se ha visto obligado a colgar las botas y a dejar el fútbol solo un año después de sufrir una fractura craneal durante un partido contra el Chelsea. El 22 de enero del 2017, en un encuentro en Stamford Bridge, Mason chocó de cabeza con el central Gary Cahill y, tras ser retirado del campo en camilla y con oxígeno, fue trasladado a un hospital de Londres, donde fue operado de urgencia.

A través de un comunicado, publicado este martes en la web del Hull City, el futbolista, que no había vuelto a jugar desde la lesión, ha comunicado que se ha visto obligado a dejar el fútbol tras seguir el consejo de los médicos. "Puedo confirmar que, tras seguir el consejo de los especialistas, tengo que retirarme del fútbol profesional", dice Mason, quien disputó 69 partidos en la Premier con las camisetas de Hull y Tottenham.

Un prometedor centrocampista internacional

"He trabajado sin descanso para poder volver a jugar. Sin embargo, tras seguir las recomendaciones de los médicos, no me queda otra opción que retirarme dados los riesgos que conlleva mi lesión", explica el inglés. Mason, formado en las categorías inferiores del Tottenham, llegó al Hull City como refuerzo estrella en verano del 2016 por 13 millones de libras y se convirtió en el fichaje récord de la entidad. El futbolista era uno de los centrocampistas ingleses más prometedores y había llegado a ser internacional con la selección absoluta en una ocasión.

"Estoy muy orgulloso de haberme formado en el club que amo y de haber podido llevar el brazalete de capitán. Gracias a todos los compañeros que he tenido durante todos estos años en todos los equipos. Además, representar a mi país es algo que nadie me puede quitar, algo de lo que me siento enormemente orgulloso", agrega.