Cierto, tremendo, único, increíble, lo de Valentino Rossi (Yamaha), quinto en el Gran Premio de Aragón, en Motorland, ante 70.000 espectadores, 22 días después de haber sido operado de doble fractura de tibia y peroné. Fabulosa, inmensa, la carrera de Jorge Lorenzo (Ducati), que acabó tercero, después de liderar más de la mitad de las vueltas y cada vez se acerca más a su soñado triunfo con la firma italiana. Grande, muy grande, de menos a más, llegando desde atrás, la prueba protagonizada por Dani Pedrosa (Honda), que ha entrado segundo y sigue arriba del todo.

Pero estratosférico lo hecho por Marc Márquez (Honda), que, al igual que hicieron el mallorquín Joan Mir (Honda, Moto3) y el italiano Franco Morbidelli (Kalex, Moto2), los otros líderes de los mundiales, fue el tercer líder en conseguir la victoria en la misma mañana, en el mismo gran premio. Márquez, evidentemente, lo hizo a su estilo, sin miedo, sin pensar en las 22 caídas sufridas a lo largo de este año (las dos últimas, el sábado) y sin pensar en que se estaba jugando el título, el cuarto en cinco temporadas en MotoGP. Márquez ganó su quinto gran premio en 2017 (Austin, Alemania, República Checa, San Marino y Aragón) y logró su cuarta victoria en Motorland, uno de sus circuitos favoritos, donde venció en Moto2 y en 2013, 2016 y 2017 en Moto GP.

Márquez, que lideró un nuevo triple español en la máxima categoría, empezó algo nervioso, lento, como si quisiera calentar su rueda trasera (dura) y esperar su momento. Cuando pasó a Andrea Dovizioso (Ducati) se fue larga y por poco se cae, de nuevo, y tuvo que recuperarse de su despiste. Lo mismo le sucedió cuando superó, en una misma maniobra, a Rossi y Lorenzo. Cuando se calmó, cuando ya empezó a tener más confianza en sus ruedas (“aunque la delantera nunca me dio confianza del todo”), se fue a por ello y, una vez líder, sacó lo que tenía dentro y se distanció de Lorenzo, que ya acusaba la goma blanda equipada en su Ducati (“tal vez la media me hubiera permitido ganar”), que fue alcanzado por Pedrosa.

“¡Va por vosotros!”, gritó Márquez en el ‘corralito’, después de haber disfrutado de una vuelta de honor divertida y feliz. “La verdad es que la jugada nos ha salido perfecta, con ‘Dovi’ y Viñales más atrás, pero aún quedan muchas, demasiadas, carreras. Cuatro grandes premios son muchos y habrá que seguir peleando mucho, mucho. Como hoy, que nunca he estado tan veloz como durante los entrenamientos, pero que sí pensé que, al llegar al primer puesto, podía intentar abrir un pequeño hueco”. Esta es la victoria nº 60 de Márquez en toda su historia.

Pedrosa, por su parte, se quejó de que estuvo mucho tiempo detrás de Viñales e, incluso, “de que cuando pasé a Valentino, se movió de forma muy extraña ¡e íbamos a 300 kms/h.! y eso no está bien”. Pedrosa reconoció que cuando llegó detrás de Márquez, “Marc ya tenía ese segundo y pico que, en MotoGP, es muy, muy, difícil de neutralizar en las tres vueltas que quedaban”.

Mundial de MotoGP: 1. Marc Márquez (España, Honda), 224 puntos; 2. Andrea Dovizioso (Italia, Ducati), 208 puntos; 3. Maverick Viñales (España, Yamaha), 196 puntos; 4. Dani Pedrosa (España, Honda), 170 puntos y 5. Valentino Rossi (Italia, Yamaha), 168 puntos.