Llegó el día y todo parece demasiado fácil. Marc Márquez (Honda), que empezó el Mundial en el furgón de cola, preocupado «como nunca» por la escasa competitividad de su RC213V, ha vuelto a conseguirlo, presentándose en el último gran premio de la temporada en Cheste, Valencia (14.00 horas, Movistar MotoGP TV y Vodafone) con la posibilidad de conquistar su cuarto título grande, inmenso, de MotoGP, en cinco temporadas. Y, perdón, sexto de su carrera. Ni siquiera tiene que ganar. Ni tan solo ser segundo. Puede pasar de ser tercero. Despreciar el podio. Y ser cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo.

Tiene suficiente con acabar entre los 11 primeros, cosa que ha hecho, cuando no se ha caído o roto el motor, en 14 de las 17 carreras disputadas este año.

TRABAJO DE EQUIPO / Después de descubrir que la Honda que habían puesto en sus manos era una moto que requería, de nuevo, un enorme esfuerzo por parte suya y de su equipo para convertirla en ganadora, Marc ha vuelto a hacer una segunda parte de Mundial espectacular, repleta de podios. Solo ha fallado en Inglaterra. Y no falló él, volvió a fallar Honda, pues se rompió el motor. Y, llegado a Cheste, mantiene la misma mentalidad que le ha convertido en el tricampeón más joven de la historia. ¿Y en qué consiste esa mentalidad? «En empujar y empujar hasta la carrera. Arriesgar, buscar los límites míos y de mi Honda para colocar en la parrilla la mejor moto posible. De momento, hemos pasado con sobresaliente las dos primeras asignaturas que nos pusimos. Lograr una moto ganadora para el domingo y arrancar en primera línea. Ahora solo nos falta, la tercera materia importante: una buena salida».

Y ahí es donde todo el mundo ve el primer peligro: «¡Menudos tres nos hemos juntado en la primera línea! Yo, Johann (Zarco, el rookie del año de MotoGP) y Andrea (Iannone, apodado The Maniac), tres de los más peligrosos en la salida».

«Pues sí, la salida será divertida de ver desde atrás», comenta Dovi, «aunque la agresividad de los de delante nos afecta a todos. Yo, que salgo desde la tercera fila, no tendré demasiada prisa por llegar. 30 vueltas en Cheste, un trazado…digamos que curioso, estrecho, retorcido, corto, no es el mejor circuito para hacer locuras». Dovi sabe que todas sus posibilidades pasan por una caída de Márquez y una victoria suya muy trabajada, pues su vuelta rápida de ayer está a un segundo de la de Márquez.

DEMASIADO FAVORITO / Valentino Rossi, que sabe más que lo ratones colorados, cree que «Dovi tiene muy pocas posibilidades de conquistar el título, pero ha hecho una temporada espectacular». El Doctor ve tan fuerte a Márquez «que podría permitirse hasta ganar la carrera». Y, claro, conociendo a Vale, es posible que le esté lanzando un capote a su compatriota Dovi, provocando la tentación de ganar en Márquez. La ambición de ganar aumenta el peligro de caída. «¿Posibilidades de cada uno?, 90 a favor de Marc y 10, a favor de Dovi. Bueno, 85 a 15», sentenció Jorge Lorenzo, que no sabe si podrá volver a ayudar a su compañero de equipo, como ya hizo en Malasia.

Una cosa está clara: Márquez aprendió, el pasado año, cuando sufrió en el inicio, cómo se ganan los títulos. Y no aceptará provocaciones. Ni siquiera la invitación de Rossi a ganar. O intentarlo.