El entrenador asturiano Marcelino García Toral se ha comprometido con el Valencia para un periodo mínimo de dos temporadas, informaron fuentes del club valenciano en un comunicado. Marcelino llega al Valencia tras una temporada sin entrenar, ya que en agosto del año pasado fue destituido como técnico del Villarreal, club en el que permaneció tres años y medio. Marcelino sustituirá en el banquillo a Voro, el último de los cinco técnicos que han pasado por el Valencia en las dos últimas temporadas.

El nuevo entrenador del equipo de Mestalla inició su trayectoria como técnico en la élite del fútbol español en el Sporting de Gijón y posteriormente ha dirigido al Recreativo de Huelva, Racing de Santander, Zaragoza, Sevilla y Villarreal.

En el comunicado difundido por el club se confirma que el Valencia y el técnico han alcanzado "un total acuerdo" para que Marcelino sea el entrenador del primer equipo del club de Mestalla al menos durante las campañas 2017-18 y 2018-19.

La presentación oficial de Marcelino como técnico del Valencia se efectuará tras la disputa del último partido de la presente Liga y hasta esa fecha las partes no realizarán declaraciones públicas. El Valencia disputará ese encuentro el domingo 21 en Mestalla ante elVillarreal, precisamente el último club en el que Marcelino ha trabajado en el fútbol español.

En su comunicado, el Valencia señala finalmente que "quiere expresar a sus aficionados su especial satisfacción por esta contratación".

UN TÉCNICO EXIGENTE

Marcelino García Toral incorporará al banquillo de Mestalla la experiencia acumulada en los últimos años y el rigor y la exigencia que le han caracterizado. Precisamente son dos años los que lleva el nuevo equipo de Marcelino sin encontrar su norte, pues la pasada temporada y la actual han sido decepcionantes para el club valenciano.

El nuevo técnico del Valencia, club al que a punto estuvo de llegar hace ya una década, es conocido por la entidad y por su afición como consecuencia, sobre todo, de su paso por el rival regional Villarreal. Llegó al club de La Plana a mitad de la temporada que el Villarreal jugó en Segunda División (campaña 2012-13) en un momento en el que el equipo atravesaba un periodo de dudas que hacían peligrar la posibilidad de regresar a Primera por la vía rápida.

Marcelino enderezó el rumbo y, tras ascender al equipo, lo consolidó en la zona noble del fútbol español con tres clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, dos para la Liga Europa y la última para la Liga de Campeones.

Como técnico, siempre ha estado muy pendiente del control del vestuario y aunque su trayectoria en el Villarreal estuvo acompañada de todo tipo de éxitos, con el paso del tiempo la relación con la plantilla y el consejo de administración se deterioró y hace menos de un año se produjo su destitución. Fue en agosto del año pasado, antes de que el equipo empezara a competir oficialmente, tras haber completado la pretemporada con la mente puesta en la eliminatoria previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco. Su destitución en ese momento le impidió entrenar durante la temporada que ha concluido por cuestiones administrativas.

A la experiencia con la que ya llegó a Villarreal se une el rigor en la forma de trabajar de un técnico que siempre ha estado muy encima de los jugadores, a los que ha exigido al máximo y con los que ha mantenido muy diferentes posiciones. Durante sus etapas profesionales anteriores, Marcelino se ha caracterizado por ser ambicioso y meticuloso y por querer que sus jugadores estén siempre en perfectas condiciones a nivel de peso y estado físico, además de exigirles profesionalidad dentro y fuera de los terrenos de juego. Futbolísticamente, su trabajo táctico se centra en el rendimiento defensivo, las transiciones rápidas y la capacidad para crear peligro, más que juego, a base de intensidad e implicación.