Marc Márquez (Honda), campeón del mundo de MotoGP, líder destacado del Mundial ya con 75 puntos de ventaja sobre Dani Pedrosa (Honda) y candidato número uno a renovar su cetro (si gana en Japón, dentro de 12 días, será matemáticamente campeón a falta aún de tres carreras), se ha tomado siempre las carreras como algo divertido porque, según sus propias palabras, "solo puedes ser rápido, solo puedes ganar, solo puedes aspirar al título si te diviertes pilotando, sino es imposible".

Once victorias casi seguidas

La felicidad del 'nen de Cervera', ganador de 11 (Catar, Austin, Argentina, Jerez, Le Mans, Mugello, Barcelona, Assen, Sachsenring, Indianápolis y Silverstone) de las 14 carreras que se han disputado hasta el momento, es tal que, dado su carácter y actitud, ha afrontado con deportividad y sonrisas las derrotas que ha sufrido.

Por ejemplo, cuando los otros tres 'magníficos' (Pedrosa, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo) le vencieron en Brno, por vez primera este año, Márquez les felicitó, fue el primero en convocar una conferencia de prensa, que afrontó con una amplia sonrisa ("lo que más me duele no es perder, es no haber podido subir al podio") y, posteriormente, informó, ya más desenfadadamente ("y no es un excusa, no, simplemente lo digo para informaros") de que el neumático trasero de Brno había salido "defectuoso".

Acudió a la fiesta de Rossi

Días más tarde, cuando se estrelló mientras trataba de perseguir a Rossi en su ‘jardin’, en el trazado de Marco Simoncelli en Misano-Adriático, y concluyó en 15ª posición, sumando un puntito, Marc reconoció, en otra conferencia de prensa entre risas, que "’Vale’ me ha llevado con el gancho, fuera de mis posibilidades y yo he pretendido seguirle, cayéndome". Es más, Márquez aseguró que "ni siquiera en mi mejor momento hubiese podido alcanzar hoy a Rossi, que volaba y tenía la carrera plenamente controlada".

De aquellos días, de aquella derrota, de aquel percance, se recuerda la anécdota más deslumbrante y, sobre todo, el gesto que demuestra que, en efecto, Márquez se lo toma todo con enorme deportividad y alegría: cuando muchos le recomendaron que no fuese a la fiesta de Rossi en su rancho, que se celebró a los dos días de su victoria en Misano, Marc acudió a la cita y, aunque fue derrotado por Rossi en su terreno, en la inmensa pista de tierra que posee el ‘Doctor’, lo cierto es que el campeón de MotoGP hizo una auténtica exhibición ya que, en tan solo diez vueltas, rebajó en 2.5 segundos el récord del trazado que posee su dueño.

La viñeta de un seguidor

Y, ahora, como puede observarse por la viñeta que le envió un seguidor y que él mismo retuiteó ayer, Márquez también se toma con una sonrisa su caída y error de Motorland, cuando pretendió ganar la carrera sobre agua con neumáticos lisos, 'slics'. Ya el mismo domingo por la tarde, en medio de múltiples carcajadas ("cuando empezó a llover algo más, dejé pasar a Jorge (Lorenzo) para que fuese él quien tantease la pista porque el que va primero es el primero que se cae"), Márquez reconoció que había cometido un "tremendo error", fundamentalmente, por falta de experiencia. "Tenía muchas dudas, muchas, y la prueba está en que Dani (Pedrosa), que lleva ocho años en MotoGP, también cayó en la trampa".