No deja de ser anécdota, pero salvando las dos ocasiones en las que el Córdoba era último, con José González y Lucas Alcaraz y ambas en las primeras jornadas ligueras -sin un valor competitivo ni de juego-, el conjunto blanquiverde volvió a ser colista el pasado domingo después de 4.580 días. En concreto, la última ocasión en la que el Córdoba era el farolillo rojo de Segunda fue el 1 de mayo del 2005, después de perder por 4-1 en el Ramón de Carranza y tras sumar 30 puntos en la jornada 35. En las siguientes cuatro sumó 10 puntos, gracias a tres victorias y un empate que, finalmente, fueron insuficientes para salvar la categoría.

Traspasado el primer tercio liguero, el equipo hoy de Merino es el más goleado de la categoría (27 goles) y el que mayor diferencia negativa tiene entre los anotados y encajados (13). Es también el equipo que menos empata, sólo un partido -ante el Numancia, en El Arcángel- y sólo su próximo rival, el Sevilla Atlético, tiene menos triunfos que él, uno, por tres de los blanquiverdes. Además, es el octavo que menos goles marca, 14, con una serie en los últimos encuentros, con el linense en el banquillo, terrorífica: un gol anotado en 360 minutos y de penalti más que dudoso.

LA PLANTILLA

<b>DECEPCIONES Y HUECOS SIN RELLENAR </b>3 Posiblemente, tres hombres sean los únicos indiscutibles, hoy por hoy, en este Córdoba. Por un lado, Pawel Kieszek. El polaco comenzó lesionado la temporada y, en el momento en que hubo opción y tras algunas dudas con Stefanovic, se hizo con la titularidad. El segundo es Edu Ramos. El malagueño ya fue dando pasos hacia adelante la pasada temporada y en la actualidad es uno de los jugadores más consistentes de la plantilla. Finalmente, Sergi Guardiola. El delantero llegó como alternativa a Jona Mejía, pero jornada a jornada se hizo evidente que el equipo necesitaba de su movilidad y ganas de evolucionar. Ha anotado cinco goles pero, seguramente, la llegada de Merino al banquillo obligará a bajar su rendimiento goleador. Al menos a priori. En el resto de la plantilla no se atisba ningún futbolista que, más allá de titularidades o momentos, se le pueda calificar como imprescindible. Fernández y Pinillos dejaron claro desde el principio que no son los que se fueron. El cordobés da síntomas de mejora, mientras que el riojano perdió la titularidad, de nuevo, la pasada jornada. No hay alternativas: Loureiro no ha contado y Javi Noblejas es protagonista de la «pretemporada» más larga de la historia: 75 días. Por dentro, Josema está a años luz del central que pregonaba el club en verano; Joao Afonso ha mostrado mejoría cuando su pareja ha sido más ordenada, como con Caro, que ha pasado por ser el defensa más fiable hasta ahora en una zaga con 27 goles en contra. Y ya estaba la pasada temporada. Finalmente, Vallejo tuvo su primera titularidad en la pasada jornada. Hasta entonces apenas había jugado 23 minutos. En el centro del campo, el panorama no ha pintado mejor. Por la izquierda, Javi Galán no ha evolucionado con respecto a la pasada temporada, mientras que Jaime Romero desaparece cuando se le coloca por la derecha. Por la izquierda, apenas se le han visto detalles. En la diestra, Jovanovic ha estado hasta ahora más tiempo en la enfermería que sobre el césped, mientras que la solución de urgencia, Alfaro, sigue mostrando los mismos problemas de indefinición de la pasada temporada. Por dentro, y con la excepción de Edu Ramos, apenas ha habido otros fijos, salvo quizás Javi Lara. Esteve sólo ha entrado en una convocatoria y no ha debutado. Aguza es el segundo centrocampista con más minutos (860), aunque tampoco ha convencido. Es más un medio defensivo y siempre se le ha colocado como compañía de Lara u otro, por delante de Ramos. El montoreño, entre la lesión y la llegada de Merino ha perdido protagonismo. También es cierto que su fuerte, el balón parado, no ha tenido trascendencia numérica desequilibrante para el equipo -dos asistencias- y nunca fue un jugador que destacara en el trabajo sin balón. Finalmente, Caballero ha anotado un gol y una asistencia en algo más de 400 minutos y su última aparición sentó bien al equipo. Quizá, como casi siempre, le falte continuidad. Finalmente, en la delantera sólo hay dos: Jona y Guardiola. El primero confirmó los peores presagios, esa necesidad de ser abastecido continuamente de balón y brillar en equipos que aspiraban a la permanencia. Ahora, con Merino, está mucho más lejos del área. El de Jumilla, por su parte, ha sido la única sorpresa agradable de la temporada: móvil, con agresividad y con más recursos de lo que inicialmente apuntaba. Un dato significativo: uno venía como titular indiscutible y el otro para evolucionar y como alternativa. Guardiola lleva jugados 131 minutos más (partido y medio) que Jona. En definitiva, una plantilla con huecos importantes sin cubrir que se suman a las decepciones provocadas en estas primeras 14 jornadas.

EL ESQUEMA

<b>MUY DIFÍCIL SALIR DEL CORSÉ DE LA PLANIFICACIÓN </b>3 Una plantilla confeccionada para el 1-4-1-4-1 (o para el 1-4-3-3, como le gustaba decir a Carrión) tuvo como principal hándicap la imposibilidad de probar variables. O al menos de hacerlo con cierta garantía. De hecho, el 1-5-3-2 de la última jornada con Merino era el único esquema que aún no se había utilizado. Carrión probó, tras el plan inicial, jugar con dos pivotes y tres medias puntas en algunas fases finales de algunos encuentros, pero tampoco funcionó. También amagó con el 1-4-4-2, pero fue Merino el que lo instauró, a pesar del riesgo contínuo de jugar con los dos únicos delanteros del plantel. Finalmente, en la última jornada, probó con tres centrales y dos carrileros. Mejoró el equipo con respecto a otras actuaciones, sobre todo en el primer tiempo, pero se queda casi sin opciones en el banquillo. Los regresos de Caro y Jovanovic probablemente le inviten a volver a las dos líneas de cuatro. En cualquier caso, tampoco el Córdoba ha logrado definir claramente un esquema, algo relativamente lógico con Merino, pero difícil de tender con Carrión. Expresión en ambos de las dificultades que entraña la propia plantilla.

LOS MINUTOS

<b>LO QUE HAY </b>3 Por minutos, el once tipo blanquiverde en este primer tercio de Liga sería el formado por Kieszek (900), Fernández (1.170), Joao Afonso (1.096), Josema (746), Dani Pinillos (928), Jaime Romero (734), Edu Ramos (1.120), Aguza (860), Javi Galán (961), Jona (873) y Sergi Guardiola (1.004). Además de no convencer muchos de ellos, otros que estaban llamados a tener peso no están entre los once que más han sido utilizados. Revelador.

¿Y EL FUTURO?

<b>TRABAJO DEL CLUB Y PUNTOS PARA LLEGAR VIVOS </b>3 Está claro que el club debe trabajar, y mucho en los despachos si pretende la salvación del equipo. Pero también éste necesita sumar la mitad de los puntos, al menos, hasta el final de la primera vuelta. Esa zona de entre 20 y 22 puntos le mantendría en la esperanza de llegar a la cifra de la salvación. Tres victorias (y algún empate) en siete encuentros. Objetivo mínimo para quitar el mal sabor de un tercio sin gas.