El Real Madrid visita Anoeta (a las 20.45 horas) con los papeles cambiados con la Real Sociedad, segunda en la tabla e invicta, mientras que el equipo blanco, vigente campeón, vive una racha irregular tras encadenar dos empates en el Santiago Bernabéu.
No termina de arrancar el Real Madrid en la competición doméstica, a siete del Barça tras la victoria de los culés ayer en Getafe, y con la presión de que aparezcan los verdaderos problemas si suma un nuevo tropiezo. Eso sí, se ha abonado en las últimas temporadas a los buenos resultados en San Sebastián, donde ha ganado en seis de sus diez últimas visitas.
UNA REAL GOLEADORA
El donostiarra es ahora un equipo más fuerte. Es el más goleador de la competición en este inicio de temporada, ya que ha marcado cuatro tantos en casa del Dépor y tres al Villarreal. El partido del pasado jueves contra el Rosenborg, en Liga Europa, no pasará factura física a los jugadores de la Real porque los noruegos no fueron un rival exigente y su técnico, Eusebio Sacristán, repartió minutos y dio descanso a jugadores vitales en su esquema. Se imponen las rotaciones sin tocar la columna vertebral del juego local, con un Illarramendi al mando del juego blanquiazul. Sí se espera algún cambio, como el de Januzaj por Carlos Vela y Juanmi, que podría estar en el once titular como máximo goleador del equipo, con tres tantos, después de ser suplente en Europa. El Madrid, por su parte, llega con la necesidad de vencer pese a ser tan solo la cuarta jornada, tras los dos tropiezos inesperados como local, ante Valencia y Levante.
LOS BLANCOS, REPLETOS DE BAJAS
Además, aterriza en San Sebastián condicionado por importantes bajas, en plena mala dinámica de lesiones musculares que en una semana le han quitado a Zinedine Zidane la posibilidad de alinear a Karim Benzema, Mateo Kovacic y Toni Kroos. Jesús Vallejo completa las ausencias por lesión, y sancionados están Marcelo y Cristiano Ronaldo. Los focos apuntan al jugador más exigido del momento, Gareth Bale, para el que pide tiempo Zidane. El galés segura que necesita más partidos para regresar a su nivel. Mientras, sigue jugando y alimentando el trato de un sector del madridismo, que se ha cansado y lo muestra en forma de silbidos. Sin Cristiano ni Benzema, sobre Bale recaerá el liderazgo en uno de sus estadios preferidos, Anoeta.