Los padecimientos del Madrid en Riazor son historia definitivamente. Volvió a ganar hace cuatro años en el estadio deportivista tras casi 18 sin poder hacerlo y ayer dejó para los anales un verdadero festival de goles con el que sortea de momento la grieta que se había abierto bajo sus pies nada más empezar el campeonato. Nada menos que ocho tantos endosó el equipo blanco a un abrumado Deportivo, que tardará en olvidar un castigo tan brutal (2-8).

Después de dos derrotas consecutivas en la Liga, los de Carlo Ancelotti continuaron enganchados a la inercia realizadora del choque contra el Basilea, la potenciaron y lavaron su imagen con tres goles de Cristiano Ronaldo, dos de Bale, uno de James y otros dos de Chicharito Hernández, que en el último tramo se apuntó a la fiesta, y de qué manera, con Benzema mirando de reojo desde el banquillo, al que había ido a parar sustituido por Illarra cuando el conjunto gallego amenazaba con poner en aprietos al cuadro blanco.

Riazor, que había soñado con que Casillas se convirtiera en un aliado para hurgar en la herida del Madrid, empezó por celebrar cada córner sobre la portería madridista como si se trataran de algo más de medio gol. Fueron dos consecutivos después de que Lux evitara el primer tanto del Madrid ante Bale, habilitado por Benzema con un pase que había nacido como un disparo en la intención del delantero francés. El partido tenía cierto ritmo, pero ninguno de los dos equipos acababa de despegar, con gotas visibles de inseguridad por parte de los madridistas. Hasta que Ronaldo fue al encuentro de un pase de Arbeloa desde la derecha, se mantuvo en él aire y conectó un cabezazo grandioso que sirvió para abrir el marcador (m. 29). Arbeloa, la gran novedad de Ancelotti, pese a que Carvajal ya está recuperado, lo celebró como si fuera suyo.

James, el más entonado en el arranque del partido, no tardó en certificar que volvía a encontrarse a gusto, pese a tener que sacrificarse en funciones defensivas. El colombiano anotó el segundo tras una jugada de Benzema con un zurdazo que fue abriendo el balón hacia la escuadra (m. 36). Tres minutos después, el equipo blanco tenía casi todo resuelto con el segundo de Ronaldo, concedido por el árbitro pese a estar en fuera de juego después de que el balón le quedara muerto tras una zancadilla de Lux a Benzema en el centro del campo y la pasividad de tres defensores, que pensaron seguramente que el colegiado iba a pitar y a expulsar a su portero, quien finalmente no vio ni amarilla (m. 41).

PENALTI DE RAMOS Tenía todo de cara el Madrid, pero no pudo evitar que le entraran los temblores después de un riguroso penalti por mano de Ramos que Medunjanin se encargó de convertir en gol (m. 51). Se comenzaron a distraer atrás los madridistas más de la cuenta, con serios problemas en el repliegue ante las acometidas deportivistas y Ancelotti optó por meter a Illarra en lugar de Benzema. Kroos lo agradeció, el cuadro blanco se estabilizó y, aunque Ronaldo se había colocado como delantero centro, quien en realidad ejerció como tal en el trecho que siguió fue Bale. El galés, poco participativo hasta entonces, recibió de Marcelo dentro del área y a la media vuelta, con Diakaté a su espalda, batió a Lux (m. 66). Repitió ocho minutos después con una sutil vaselina tras un desmarque a la espalda de Sidnei para recibir de Isco, muy activo desde que entró por Modric.

El tercero de Ronaldo llegó después de un regalo de Diakité a James, que asistió al portugués para que este marcara con un violento zurdazo (m. 78). Y una vez que Toché acortó distancias con un cómodo cabezazo (m. 84), presentó sus credenciales Chicharito para acabar de ajusticiar al Deportivo. El mexicano había salido por Bale y se estrenó con un gran voleón con la zurda desde fuera del área (m. 88). Repitió con un derechazo que un defensa complicó (92').