Luis Enrique piensa que vive "en un mundo de ingenuidad y fantasía", a diferencia de otros días en los que observa un entorno más adverso y desagradable, y ha asegurado que nunca ha visto maletines. "Ni espero verlos", ha añadido el técnico del Barça, como si no supiera de la existencia de las primas a terceros en las últimas jornadas.

Podría ser el caso del Betis, que sus jugadores tuvierna un aliciente económico del Madrid y el Atlético para que vencieran al Barça. O de cualquier otro equipo cuyo rival estuviera involucrado en el descenso. El Betis no se juega nada en la cita, salvado y sin opciones de acceder a Europa. Luis Enrique entiende que no hay una tesis que demuestre que un equipo relajado, sin presión, pueda ser más difícil de batir que otro que se juega la vida. O viceversa.

LOS PLANES NO CAMBIAN

"Las circunstancias de los demás no cambian la obligación que tenemos nosotros de ganar", ha dicho el técnico azulgrana sobre la antepenúltima jornada, en la que el Barça visita el Villamarín, el Real Madrid viaja a Anoeta, donde los azulgranas cayeron recientemente, y el Atlético recibe al Rayo. El equipo sabrá los resultados ajenos antes de jugar. Tampoco eso variará el plantemiento general del equipo, ha asegurado su máximo responsable.

La eliminación de la Champions ha permitido al Barça variar la programación del trabajo, aumentando el descanso /tuvieron dos días libres) y la carga de entrenamientos. Luis Enrique habría preferido disputar las semifinales, pero encontró la vertiente positiva en poder preparar mejor los partidos.

EL LISTÓN, MUY ALTO

"Llegamos en un muy buen momento", ha repetido en su habitual análisis siempre positivo. Y lo será, corregido y aumentado si el equipo logra el doblete de Liga y Copa por mucho que el Madrid o el Atlético conquisten la Champions. "El listón estaba muy alto", ha explicado, aludiendo al triplete del año pasado, sin quejarse del "reto único" que se planteaba el barcelonismo de conquistar todos los títulos que había en juego: seis, de los que dos están en el museo(Supercopa de Europa y Mundial de Clubs), dos se han extraviado(Superocopa de España y Champions) y otros dos (Liga y Copa) están en vías de tramitación.

A falta de cuatro partidos para el final (los tres de Liga y la final de Copa), Luis Enrique entiende que aún no debe valorarse la temporada. El equipo ha superado el bache, y el entrenador cree que no se repetirá, pero prefiere apelar a la prudencia y a la paciencia: "Siempre dije que había Liga y lo hemos podido comprobar, y que los récords no valían nada si no se consiguen títulos".