Echó un vistazo a la sala de prensa de Sant Joan Despí, repleta, y antes de sentarse, musitó: "El teatro de los sueños". No era Old Trafford; en todo caso, la analogía podrá aplicarla Luis Enrique este miércoles al Camp Nou cuando su Barça salte a la cancha en busca de uno los mayores desafíos de su mandato, el mayor dejando de lado los partidos que supusieron títulos: ganar por 5-0 al PSG y eliminarle de la Champions.

Sería una hazaña, algo único que no se ha dado en la historia de la Champions. "Me importa un rábano entrar en la historia", dijo el prosaico entrenador del Barça, que solo procura preocuparse de que su equipo haga todo lo necesario para protagonizar una remontada que nunca se ha dado.

Luis Enrique no tiene la sensación de que su equipo deba realizar "el mejor partido de estos tres años" aun asumiendo que se trata de una empresa "muy compleja" y quizá esa sea una de las razones por las que se siente optimista. La razón principal, preguntado por ella, fue esta: "Estamos a mitad de la eliminatoria, y si un equipo nos ha metido cuatro, nosotros podemos meter seis, y eso lo hemos hecho no una vez, sino varias". Las más recientes, al Sporting y al Celta en el Camp Nou.Ninguna de ellas al Paris Saint Germain.

UN CAMP NOU HIPEREXCITADO

El entrenador azulgrana entiende que el equipo "debe generar el juego y las situaciones necesarias" para que le aproximen a la gesta. No ha pensado en los penaltis -"nunca los hemos ensayado y a Ter Stegen no hay que decirle nada porque solo debe intentar pararlos"- ni tampoco ha centralizado sus esfuerzos en gestionar las emociones de los futbolistas. Optimista como se declaró, conserva la "fe inquebrantable".

Luis Suárez apeló a la paciencia como una de las recetas indispensables para levantara el marcador antes que las prisas, pese a la extraordinaria necesidad de goles que tendrá el Barça. Pero Luis Enrique limita es apaciencia a los límites del terreno de juego. A sus jugadores. Del público espera todo lo contrario. Quiere un Camp Nu "a reventar, hiperexcitado" que empuje a los jugadores, que les ayude a superar los malos momentos y les acompañe en el largo camino a la utopía.