Nueve días faltan para que el Córdoba se estrene en El Arcángel ante un Cádiz que tiene cubiertas sus 25 fichas de profesional. Mientras tanto, los resultados veraniegos acompañan al equipo de Carrión y tanto la primera parte ante el Almería como algunos minutos del primer acto del partido de presentación dejaron detalles de los que gustan. Normalmente, estas pinceladas tienen nombres y apellidos. Individualidades de las que el conjunto cordobesista -se adivina- dependerá de manera notable. Mientras otras cosas que el Córdoba aún no ha resuelto dejan el lógico resquicio a la preocupación.

Por un lado, la portería parece estar cubierta de manera notable. La actuación de Kieszek la pasada temporada dejó un poso de tranquilidad para la actual y, por si fuera poco, Igor Stefanovic volvió a salvar a su equipo ante el Betis, al igual que hiciera contra los almerienses en la segunda mitad del encuentro en el Marbella Football Center.

Fernández dejó su presencia en el campo contrario, mientras que Edu Ramos demostró que no se lo va a poner fácil a Álex Vallejo, precisamente. Por la izquierda, Javi Galán volvió a dejar impronta de su velocidad y capacidad de desborde, mientras que por la derecha, y a falta aún de algún fichaje, Alfaro intentó generar peligro hacia dentro, probando a crear problemas al rival. Por dentro, la pareja de la pasada temporada, Javi Lara y Sergio Aguza están llamados a sostener el juego del equipo en la actual. Los buenos detalles del triunfo ante el Betis tuvieron de nuevo un marcado acento individual, ya que en el aspecto colectivo el camino a recorrer aún es largo y, a falta de resolución, otros aspectos del juego del equipo y el resto de individualidades se resienten.

Al igual que ocurriera ante el Almería e incluso ante el Atlético Sanluqueño, el nivel de presión bajó y la capacidad de recuperación de balón se resintió. Si ante almerienses y gaditanos abarcó las segundas partes, en general, ante el Betis fue muy irregular. Y este Córdoba, sin balón, tiene pinta de que podría sufrir de forma notable. Hay que recordar que sus laterales, por ejemplo, destacan más por su juego en campo contrario que por su contundencia defensiva. Sólo hay que recordar el trabajo que dio el juvenil Roberto González en la segunda parte por su banda.

Otro aspecto en el que insiste Carrión y que no parece tener fácil solución, al menos por ahora, se centra en la salida de los centrales con el balón jugado. Joao Afonso no parece llamado a ello, mientras que Josema, con el arrojo que le da la juventud, lo intentó en numerosas ocasiones aunque con resultado irregular.

Otro aspecto en el que ha de mejorar este Córdoba es en la presencia del mediocampo a la espalda de los mediocentros adversarios. Alfaro es el único que, a lo largo de la temporada y de manera clara en algunos compromisos ha conseguido que el equipo tenga ese juego ahí, ya que los interiores de Carrión no tienen perfil de llegadores, a excepción de Sasa Markovic, al que le penaliza muchísimo ese desorden táctico y trabajo desigual sin balón.

Esa fue una de las razones del gris encuentro que protagonizó Jona. El llamado a ser uno de los hombres destacados del equipo en la actual temporada vio el encuentro desde el área rival y apenas le llegaron balones, ya que dependía, casi exclusivamente, de los centros desde la banda. Es decir, de Javi Galán y de las subidas de Fernández. Ante otros adversarios de menor nivel sí se pudieron ver algunos pases verticales por dentro, de Lara, Aguza e incluso el propio Alfaro. Ante rivales de más entidad se entiende que no habrá tanta facilidad, por lo que se impone aumentar el ritmo, la velocidad, sobre todo a la hora de jugar por dentro. Fue otro de los pequeños lunares en el juego blanquiverde ante el Betis: daba tiempo de sobra a los de Setién a situarse ordenadamente sobre el campo. Otro aspecto a mejorar, en el aspecto individual, será el juego de Javi Galán, que abusa en exceso del regate hacia afuera, con lo que le será fácil al defensa de turno «tomarle la matrícula».

Mayor velocidad, mayor número de elementos al llegar al área contraria y esos refuerzos finales que también tienen que mejorar el nivel del equipo titular, así como la construcción desde atrás, las tareas aún pendientes de un Córdoba entre luces y sombras que, no obstante, acompañan los resultados.