La plantilla del Lucena CF decidió no entrenarse ayer ante el impagos de las nóminas de octubre y noviembre y las pocas perspectivas de cobrar.

La junta directiva de Eduardo Bouzón parece haber abandonado al club a su suerte, toda vez que no ha liquidado el contrato del anterior entrenador, Juan Arsenal, que ha denunciado la situación al Colegio de Entrenadores, lo que impide a su sustituto, Serafín Gil, ocupar el banquillo. En el último desplazamiento, los jugadores fueron en sus propios coches.