Empezó la carrera sin llover. Se fueron Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Dani Pedrosa. Cuando faltaban 12 vueltas, es decir, la mitad de carrera, empezó a llover. Poco, pero fue creciendo. Lorenzo se retrasó del duo de Honda ligeramente, pero nunca los perdió de vista. Márquez y Pedrosa se afianzaron en el liderato de la prueba, pero seguía lloviendo. Y, entonces, sí llovía, sí. Y Lorenzo fue el más pillo y entró a cambiar la moto. Márquez y Pedrosa seguían a lo suyo, cuando la sensación era que no había más remedio que cambiar de moto, que era un riesgo supremo, peligrosísimo, seguir en carrera con neumático liso, 'slics', de seco, cuando estaba lloviendo.

CAÍDAS DE MÁRQUEZ Y PEDROSA

Y mientras Lorenzo regresaba a la pista con neumáticos de agua, al igual que el hábil Aleix Espargaró, que fue el primero de todos en cambiar de moto y de ahí que lograse un podio histórico (acabó segundo), recuperaban terreno, Márquez y Pedrosa se iban mirando como si ninguno de los dos quisiera entrar a cambiar de moto. Primero se cayó Pedrosa, faltando cuatro vueltas, y, a la siguiente, Márquez, tozudo, incomprensiblemente tozudo, se fue al suelo. Los dos se levantaron, los dos siguieron, los dos cambiaron, entonces sí, de moto y los dos sumaron puntos (tres Márquez y dos Pedrosa) cruzando la meta en 13ª y 14ª posición.

Lorenzo, maestro en el momento justo, hábil como pocos, sabedor de que estaba en inferioridad de condiciones, se la jugó cambiando de moto y de ruedas antes que los dos pilotos de Honda, entró primero (era el único 'magnífico' que aún no había ganado este año), consiguiendo el triunfo en el GP número 800 de la categoría 'reina', por delante de un impresionante Aleix Espargaró, que peleó chocando su carenado con el británico Cal Crutchlow para ser 'plata'.

ROSSI, AL HOSPITAL

La prueba tuvo dos momentos de altísima tensión. El primero en caerse, en los inicios, fue el italiano Andrea Iannone (Ducati), que aguantó el arranque de Márquez, Lorenzo y Pedrosa, pero se precipitó en una curva, se salió a la salida, toco una zona mojada y se cayó, sin más. La siguiente caída, la cuarta, fue Valentino Rossi quien rodó por los suelos, al apurar una frenada en la que casi se come a Pedrosa, se metió en un arcén mojado y se estrelló, quedándose a palmos del muro. Quedó inmóvil en la pista pero, luego, se levantó y fue trasladado de inmediato al hospital de Alcañiz donde le están haciendo un TAC para conocer el alcance de sus lesiones, si las tiene.

"Ha sido una carrera loquísima y, curiosamente, he ganado en agua cuando nunca me sentí bien sobre ella", señaló Lorenzo. "Me había conformado con hacer tercero, aún sabiendo que 'Dovi' venía muy veloz por detrás. Cuando he visto que Marc y Dani se mantenían en pista, he decidido entrar, cambiar de moto y, mira, al final he aprovechado esa decisión, aunque me ha costado mucho coger ritmo con las ruedas de agua. La verdad es que estoy muy orgulloso de haber ganado, por fin, este año y de haberlo hecho en una carrera tan extraña".

LA JUSTIFICACIÓN DE MÁRQUEZ

"Cuando he visto que Vale (Rossi) estaba fuera y que Dani (Pedrosa), mi otro gran rival por el título, estaba conmigo, he decidido arriesgar, apostar al todo o nada", explicó Márquez, sin reconocer realmente su tremendo error. "La verdad es que era la primera vez que sentía esa experiencia, correr sobre agua con neumáticos de seco y he visto, sí, con la caída que el riesgo supera los límites". Márquez, que, curiosamente todavía ha aumentado más la diferencia sobre su más inmediato perseguidor, Pedrosa, hasta los 75 puntos (292 contra 217), tendrá, dentro de quince días, en Motegi (Japón), el primer 'match-ball', ya que si gana o queda por delante de Pedrosa, Rossi y Lorenzo, se proclamará, de nuevo, campeón, renovará su título a falta aún de tres carreras (Australia, Malasia y Valencia).

Mundial de pilotos de MotoGP: 1. Marc Márquez (España), 292 puntos; 2. Dani Pedrosa (España), 217 puntos; 3. Valentino Rossi (Italia), 214 puntos; 4. Jorge Lorenzo (España), 202 puntos; y 5. Andrea Dovizioso (Italia), 142 puntos