Un mes y cinco días después de la mágica tarde en Las Palmas, el balón volverá a rodar para el Córdoba. Cinco semanas en las que todo entorno del cordobesismo ha dado un giro radical. Los blanquiverdes jugarán su primer amistoso como equipo de Primera hoy ante el Marbella, a partir de las 20.00 horas, en el Municipal marbellí. Será un día de estrenos y de ausencias. Algunos de los héroes del ascenso ya no están, como Uli Dávila o Pedro.

A cambio, caras nuevas y exóticas, como la del japonés Havenaar; apuestas del extranjero, como Matos o Ekeng, cuya intensidad en los entrenamientos es de las más altas de la plantilla; las ganas de empezar de cero de Fidel, las de agradar y crecer de Fede Cartabia, las de aprovechar el capricho del destino de Deivid. Son los principales nombres que la afición querrá ver, a falta de declaraciones. Las sensaciones que tienen en su nuevo equipo solo se podrán ver en el campo y hoy es el día.

Además, estarán los de siempre: la portería no ha cambiado de dueños, con Juan Carlos y Saizar, así como algunas piezas del engranaje: Bouzón, Bravo, Pinillos, Abel, López Silva o Xisco deberán empezar a demostrar que son una garantía para Primera División.

Ya avisó Ferrer de que el Córdoba debería mostrar su máximo nivel ante el Almería y que en estos primeros encuentros se notaría el peso de los entrenamientos, la carga física. "Estarán algo lentos", indicó hace unos días. Más aún después de la doble sesión que sufrieron ayer los jugadores, algo que asumen con naturalidad. "En Primera nos va a hacer falta estar físicamente muy bien y más a un equipo como nosotros, que va a tener que luchar mucho para llevarse cada partido", advirtió Bouzón.

Enfrente estará el Marbella, un conjunto que acaba de ascender a Segunda División B y que ayer mismo estuvo presenciando la sesión de entrenamientos de los blanquiverdes. El choque ha levantado bastante expectación en la costa, de ahí el elevado precio de las entradas, entre 8 y 12 euros. Es la primera consecuencia del aumento del caché del Córdoba.