Marcar un objetivo o hablar sobre el tipo de plantilla que se quiere no deja de ser, a priori, una declaración de intenciones. El problema llega cuando esa declaración de intenciones ha de estar respaldada por inversión o por un trabajo exhaustivo dentro del club.

En lo primero, el Córdoba ha demostrado en el último trienio una alegría desmesurada a la hora de lanzar el mensaje inicial. No sólo en cuanto a objetivos, también en lo que a plantel se refiere. Así, tanto en la pasada temporada como en la actual, se afirmó apresuradamente, incluso antes de la llegada de Oltra al banquillo, que se quería «una plantilla corta».

La pasada temporada, con 21 futbolistas y la defensa más corta de la categoría, el Córdoba sufrió 84 ausencias. Exactamente, una media de dos por convocatoria o partido, con lo que Oltra, entonces, sólo tenía que descartar a un futbolista, por lo que la competitividad brillaba por su ausencia. Esas 84 bajas se repartieron en 46 por lesión, 15 por sanción y 13 por las convocatorias para sus selecciones de Razak (cinco), Eddy (una) y Florin (siete). El mayor periodo de ausencia por lesión lo protagonizó Víctor Pérez, que estuvo fuera de los terrenos de juego siete jornadas consecutivas, de la 28 a la 34 incluida. La justeza de la plantilla se hizo evidente a lo largo de la temporada, mucho más en la segunda parte de ésta, cuando el equipo se cayó con estrépito y pasó de firmar la mejor primera vuelta de su historia a sufrir horrores para conseguir meterse, al menos, en las eliminatorias de ascenso. Precisamente ante el Girona no pudieron estar Florin (con su selección) ni Markovic ni Pedro Ríos por lesión, aunque el jerezano sólo en el partido de ida en El Arcángel. A pesar de lo evidente, en El Arcángel no se tomó nota de la experiencia. Y si el verano del 2015 terminó con 21 jugadores, el del 2016 lo hizo con 20. Y uno de ellos, lesionado.

Cuando aún restan 11 jornadas por disputar, el Córdoba actual ha sufrido seis ausencias más que en toda la temporada anterior. El actual conjunto blanquiverde lleva hasta ahora 90 ausencias, repartidas en 66 por lesión, cuando la pasada temporada, justo en esta jornada, sumaba exactamente la mitad: 33. Además de esas 66 bajas por lesión, están las nueve por las llamadas de la selección (Razak) y 15 por sanción.

Viendo la que se venía encima, el club firmó a tres jugadores en enero -lo justo-, aunque uno de ellos llegó para sustituir la marcha de Borja Domínguez al Oviedo. Por lo tanto, la media de ausencias para Carrión y Oltra ha sido de tres jugadores por convocatoria o partido, con lo que la plantilla se le queda al catalán, en el mejor de los casos, en 20 disponibles. De nuevo, ausencia total de competitividad, más flagrante en el primer periodo del campeonato, en el que a duras penas tuvo Oltra 18 jugadores disponibles en cada jornada. Contratiempos para un plantel profundo.