El equipo de Kenia se erigió en protagonista, para bien y para mal, de la quinta jornada de los campeonatos del mundo de atletismo, con dos nuevas medallas de oro -y van seis- que difuminaron el anuncio de la suspensión por dopaje de dos de sus velocistas. La noticia facilitada por la IAAF de que las cuatrocentistas Koki Manunga y Joyce Zakary habían dado positivo, ya en Pekín, en uno de los controles previos a la competición, no desmoralizó a sus compañeros, que se batieron este miércoles con gran eficacia en las finales.

Julius Yego prolongó el momento dulce del atletismo keniano al proclamarse campeón de jabalina con un lanzamiento de 92,72 que le sitúa tercero en el ránking de todos los tiempos. Empezó con un nulo, se entonó con 82,42 en segunda ronda y explotó en la tercera, batiendo por metro y medio su récord personal: 92,72, el mejor lanzamiento registrado en 14 años y el tercero de la historia desde que en 1985 se adelantó el centro de gravedad del artefacto para acelerar su caída y no poner en peligro a los espectadores. El egipcio Abdelrahman el Sayed, con los 88,99 de la segunda ronda, se hizo con la medalla de plata, y el bronce sí fue a parar a un clásico de la jabalina, el finlandés Tero Pitkamaki, campeón mundial en Osaka 2007 y bronce olímpico aquí en Pekín hace siete años, que lanzó 87,64.

La segunda victoria keniana del día llegó en una de sus disciplinas predilectas, los 3.000 m obstáculos, aunque este vez en la rama femenina. Hyvin Kiyeng Jepkemoi, de 23 años, se sumó al festival keniano con la sexta medalla de oro para su país, que dobla ya en títulos al siguiente en el medallero, Gran Bretaña. En una final sin las dos primeras medallistas del Mundial anterior, las también kenianas Micah Chemos y Lydia Chepkurui, Jepkemoi, que dos años antes sólo había sido sexta, salió vencedora de un esprint masivo con 9:19.11, seguida de la más rápida del año, la tunecina Habiba Ghribi (9:19.24) y de la alemana Gesa Felicitas Grause, que hizo marca personal con 9:19.25.

Oro para Sudáfrica en 400

La sorpresa -relativa- llegó en la vuelta a la pista. Wayde van Niekerk se llevó para Sudafrica el título de 400 metros, primera medalla en 22 años para el continente negro en esta prueba, batiendo al campeón anterior, el estadounidense LaShawn Merritt, y al titular olímpico, el granadense Kirani James. Van Niekerk surgió de la última curva con un metro de ventaja sobre Merritt y mantuvo la diferencia para ganar en 43.48, mejor marca mundial del año, con 17 centésimas de margen sobre el americano, que hizo récord personal, mientras Kirani James llegaba tercero (43.78) precediendo, como en la final olímpica, al dominicano Luguelín Santos, que mejoró su récord nacional con 44.11. Desde el bronce de keniano Samson Kitur en Stuttgart-93, ningún otro africano había subido al podio mundial en 400.

En pértiga, la cubana Yarisley Silva, subcampeona olímpica, se erigió en heredera de la rusa Yelena Isinbáyeva como campeona del mundo con una marca de 4,90 metros que dejó en segundo lugar a la brasileña Fabiana Murer, dominadora del concurso hasta esa altura. Siete atletas pudieron con el listón en 4,70, cuatro de ellas sin fallo. La griega Nikoleta Kyriakopoulou fue la primera que salvó los 4,80 y al primer intento, lo que terminó dándole el bronce. Yarisley necesitó dos saltos pero lo hizo, pasando del séptimo al segundo lugar provisional, luego desplazada otra vez por Murer. La cubana superó con limpieza y a la primera los 4,85, pero inmediatamente Murer hizo lo propio, aferrándose al primer puesto. La griega falló y se dejó los otros dos intentos para la altura siguiente, los 4,90, que iban a zanjar la contienda en favor de Silva.

En 400 metros vallas, la checa Zuzana Hejnova se convirtió en la primera que revalida título al imponerse con la mejor marca mundial del año (53.50) a las estadounidenses Shamier Little (53.94) y Cassandra Tate (54.02). Tate fue en cabeza la primera parte de la carrera, pero Hejnova fue recortando a partir de la última curva y venció con claridad.