-¿Cómo es enfrentarse a su exequipo?

-Lo afronto con mucha ilusión. Una motivación extra y por poder ver a antiguos compañeros y jugar contra el club donde me he formado.

-Antiguos compañeros pocos...

-Sí, bueno. Mantengo el contacto con López Silva, Caballero y Pedro. Son tíos fantásticos. Son amigos más que excompañeros.

-¿Sigue al Córdoba?

-Sí, claro. Siempre que puedo veo los partidos, sigo la prensa deportiva y me gusta estar pendiente.

-Parece que están remontando.

-Sí, llevamos dos victorias seguidas que nos están dando mucha moral. Ahora mi club es el Zaragoza y esperemos que los tres puntos se queden en La Romareda.

-¿Muy precipitada su salida?

-No, fue una decisión entre el club, mi representante y yo. Era una posibilidad de jugar en Primera y había que aprovecharla. No se dio bien la cosa por el descenso del Zaragoza, pero había que arriesgarse. Quizás si no me hubiese arriesgado no hubiera podido debutar en Primera División.

-¿Sabe que el primer partido que jugó el Córdoba tras su marcha, que se ganó con goleada, la afición criticó la política de ventas del club?

-Lo seguí. Son acuerdos entre clubs y así salió la cosa. Hombre, que la afición se acuerde de mí es muy bonito y de agradecer.

-No está contando demasiado para Paco Herrera y se habla también de la llegada de otro lateral en el mercado de invierno para el Zaragoza.

-Me estoy enterando ahora. Si es verdad que viene, todo lo que sea sumar, bienvenido sea. Por mi parte, si el club decide lo que tenga que decidir, habrá que aceptarlo.

-¿Hay cierta similitud entre su situación y la de Javi Hervás?

-Bueno yo tuve la suerte de jugar muchos partidos la pasada temporada. Javi, por desgracia, no tuvo esa suerte. Cada futbolista quiere llegar lo más arriba y mantenerse es complicado. Descendí y hay que afrontarlo, trabajar duro para intentar volver a Primera.

-¿Volver a Primera, por ejemplo, con el Córdoba?

-No, ahora mismo formo parte del Zaragoza. Todos mis deseos es que el equipo de mi ciudad esté en Primera División y sería un abonado más.

-Se habla de un cierta deficiencia en el lateral derecho del Córdoba y su nombre comienza a sonar. ¿Es consciente?

-Sí. Tengo muy buenos amigos en el club y me informan. Para mí es un orgullo que el Córdoba se interese. Ahora mismo, las circunstancias son las que son y soy jugador del Zaragoza y no puedo decir mucho más.

-Hombre, pero las circunstancias pueden cambiar fácilmente si hay voluntad.

-No digo lo contrario. Las circunstancias pueden cambiar en 10 minutos con una charla entre dos personas. Pero mi situación actual es que soy jugador del Zaragoza y de aquí al mercado de invierno no sé si cambiarán las cosas. Si el Zaragoza va a traer a otro lateral derecho, digo yo, algún otro lateral tendrá que salir del club. ¿Que me toca a mí? Pues buscaremos la mejor opción.

-Y con el corazón en la mano, ¿su mejor opción puede ser el retorno?

-Siempre es bonito volver a casa, pero se tienen que dar todas las circunstancias: que el club quiera, que llegue el lateral al Zaragoza y que yo decida. Pero sí, siempre es bonito volver.

-Suerte para el domingo, por cierto.

-Confiemos en que sea un partido bonito y le demos a la afición lo que se merece y que gane el mejor.

-Puf... ¿quién está mejor?

-Los dos equipos están bien hechos. El Córdoba tiene un equipo bueno, con gente con calidad, y un entrenador que sabe a lo que juega. Nosotros, en cambio, tenemos un futbolistas extraordinarios y un entrenador al que le gusta jugar al fútbol y le gusta ponerlo complicado. Espero que se queden los puntos en La Romareda.

-Déjese, a ver si en enero se va a arrepentir de lo que está diciendo.

-(Se ríe) Todo se andará. Ahora tengo que vivir el presente.