Llegó el pasado verano desde el Real Jaén, en cuyos escalafones inferiores se forjó. Ha sido indiscutible en el segundo equipo blanquiverde desde entonces y en el segundo encuentro con el primer equipo, con minutos (toda la segunda parte), ha provocado un punto de esperanza para muchos. Álvaro Aguado transmitió buenas sensaciones ante el Albacete a pesar de que el partido no se adaptaba en nada a sus características. Además, por su tipo de juego, es un futbolista que le puede venir bien al equipo, dando mucha frescura al centro del campo blanquiverde.