Jessica Vall no pudo pasar de la última posición en la final de los 200 metros braza en los Mundiales de Budapest. La bracista catalana ha luchado, como en ella es habitual, de atrás hacia adelante, pero tras haber hecho un gran parcial de los 100 a los 150 metros, en el último largo no ha podido mejorar posiciones y ha sido octava y última con 2.23.29, la mejor marca lograda por ella esta semana en Budapest pero demasiado alejada de su récord de España del año pasado (2.22.56). Con esa marca, hubiera quedado sexta.

La nadadora del CN Sant Andreu se había consagrado hace dos años, en los Mundiales de Kazán (Rusia), cuando arañó una medalla de bronce, empatada con otras dos nadadoras, precisamente en los 200 braza, su mejor distancia. Tras no entrar en ninguna final en los Juegos de Río 2016, Jessica Vall (28 años) se ayudó de una psicóloga, varió su preparación y mejoró en los 100 metros, hasta el punto de haber entrado en Budapest por primera vez en una gran final, en la que fue séptima.

La final de 200 braza ha registrado un gran nivel. Primero la estadounidense Lilly King ha puesto un ritmo infernal desde la calle 8 (1.08.02 en los 100), y después la rusa Yuliya Efimova ha impuesto su reacción para repetir su título del 2013, con una marca de 2.19.61. Segunda ha sido la estadounidense Bethany Galat (2.21.77) y tercera, la china Jinglin Shi (2.21.93), con King hundida hasta la cuarta posición.