Doblemente contrariado. Así abandonó primero el terreno de juego; así se dirigió más tarde al autobús de su equipo. Javi Flores se marchó con "sabor amargo" porque "cuando vas todo el partido por delante duele que te empaten al final". La segunda decepción vino a cargo del árbitro, que le mostró una tarjeta amarilla que le impedirá jugar ante el Recreativo. "Ahora que estaba jugando bien y me encontraba cómodo".

Flores considera que el empate "debe hacernos aún más fuertes", aunque su tristeza se basa en que "la victoria nos hubiera acercado a algo bonito; fue una pena no conseguirla", se lamentó.