El capítulo final de las eliminatorias dio lugar a que irrumpa un héroe imprevisto. Claro que no se trata de Leo Messi, acostumbrado a las hazañas. Román Torres llevó a Panamá a Rusia 2018 cuando el partido con Costa Rica agonizaba. Su hazaña hizo lo que se creía imposible. "¡Grítalo: Panamá en el Mundial!", tituló en letras grandes 'Día a Día'. "¡Chutón mundial! Gracias, Román", destacó 'Mi Diario', también en portada. Y 'Metro Libre' celebró que, por primera vez, el istmo se ubica "entre los grandes" del fútbol.

Unos lo llaman por estas horas "el gran capitán". Otros prefieren mantener el apodo por el que se lo conoce desde hace años: 'Mazinger', en honor a la serie de manga que cuenta las aventuras de un robot gigante tripulado por un joven valiente. Nacido en 1986, el defensor central es considerado el mejor futbolista de su país. Parte de su vida como jugador se desarrolló en Colombia, donde defendió los colores de La Equidad, el Junior de Barranquilla y Atlético Nacional.

El gol 'fantasma'

Torres continuó Estados Unidos su carrera en el Seattle Sounders. En diciembre se coronó campeón por primera vez de la MLS Cup. A 'Mazinger' le tocó anotar el gol de la victoria en la tanda de penaltis de una dramática final ante Toronto. La vida lo colocó en una situación similar con la selección panameña. A los 88 minutos de un partido que se creía empatado corrió como nunca para hacerse con la última oportunidad. Cuando vio que el balón atravesaba la portería pensó en su lesión, que lo tuvo inactivo por más de un año y casi termina con su pasión, que es el fútbol. También se acordó de su familia, sus compañeros de equipo, los amigos de siempre y todo un país desacostumbrado a las alegrías deportivas. Después de esa fracción de segundos se quitó la camiseta y empezó a correr, desaforado. Los jugadores y el cuerpo técnico fueron en su búsqueda para darle un abrazo eterno.

Torres fue el responsable de que EEUU, que le había ganado 4-0 a Panamá, se quede afuera de Rusia. El partido decisivo ha dado de que hablar por el gol del empate panameño ante Costa Rica: las cámaras de televisión mostraron a las claras que la pelota no pasó la línea de gol después del cabezazo de Gabriel Torres. Norteamericanos y hondureños, el otro aspirante de la Concacaf eliminado, se quejaron. Pero Torres asegura que nadie le quitará el orgullo de haber sido el paladín de su selección.

A Rusia con la cabellera

'Mazinger' había realizado una promesa: si anotaba se cortaría su tupida cabellera. Quizá creyó en su momento que eso nunca sucedería. Lo dijo solo en broma, o para poner a prueba el destino. Lo cierto es que, después de la clasificación, muchos le reclamaron que cumpla con su palabra porque no está bien desairar a los benefactores providenciales. Pero Torres se puso firme: irá con su cabellera a Rusia. De lo contrario, su hija no lo reconocería en las pantallas y "ya no sería más su papito".

Hernán Darío 'Bolillo' Gómez, el entrenador de origen colombiano y responsable también de la clasificación panameña, está convencido de que Torres no llegó de casualidad al área de Costa Rica a los 88 minutos sino guiado desde el cielo. "Me lo dijo Dios. El compromiso era ir a Rusia 2018", aseguró. A sus 61 años, 'Bolillo' asegura que tuvo la oportunidad de dirigir otras selecciones latinoamericanas, incluso clasificadas, pero eligió a Panamá por "la historia y la gloria". Los medios panameños reconocieron que, si quisiera, Gómez podría presentarse a la presidencia de ese país y la ganaría.