Señor Benito, por favor, no me pegue usted más», cuentan que dijo en un Real Madrid-Sevilla Biri Biri al temido central blanco, Goyo Benito, animado por su compañero Pirri en la previa: «Dale al moreno, que no se le notan los moratones».

No hacía falta animar a Benito para arrearle de lo lindo al gambiano, pero igual a este Córdoba sí que le hace falta que se le imprima algo más de carácter, sin llegar al ardor guerrero del central blanco, por supuesto. Y Juan Merino es consciente de ello. Nada de cabezas bajas, ningún silencio entre compañeros dentro del campo y mayor esfuerzo para llegar a la portería contraria sin descuidar la propia. El nuevo técnico blanquiverde sabe que en Oviedo, más allá del resultado, el equipo sólo cumplió con la mitad de su cometido y que el próximo domingo, ante el Numancia, tendrá que proponer más, bastante más, de lo que hizo en el Carlos Tartiere. Porque se necesitan triunfos para sacar a su equipo del fondo de la tabla clasificatoria. Y en esos elementos incidió ayer el linense durante la sesión de entrenamiento que se celebró en la ciudad deportiva.

Merino dispuso dos equipos, uno con 11 jugadores de campo y el otro con uno menos. Por un lado, Stefanovic, Fernández, Kevin, Joao Afonso, Noblejas, Sebas Moyano, Caballero, Edu Ramos, Javi Galán, Alfaro y Jona. Por el otro, Kieszek, Loureiro, Caro, Josema, Pinillos, Romero, Álex Vallejo, Sergio Aguza, Javi Lara, Markovic y Sergi Guardiola, con la ayuda del camerunés Ebwelle.

Lo más significativo, el desplazamiento a la banda izquierda de Javi Lara, el acompañamiento de Markovic y Alfaro a los dos únicos delanteros del plantel y la insistencia del preparador cordobesista de la comunicación dentro del campo, sobre todo en lo que al aspecto defensivo se refiere.

«Hay que hablar más, hay que avisar al compañero», gritaba Merino después de defender un balón aéreo. No parece que realice excesivos cambios sobre el once inicial con respecto a su debut en Oviedo. Quizás evite salir con los dos delanteros, únicos que tiene, de inicio, dando acompañamiento a Sergi Guardiola -probablemente titular- con un jugador de perfil diferente, sea Alfaro o sea Markovic. Continúa insistiendo el técnico blanquiverde en adelantar la línea de defensa al máximo y en que ésta no se rompa, uno de los quebraderos de cabeza en tierras asturianas, sobre todo por los flancos. Pero también es consciente Merino de que el equipo, sobre todo en El Arcángel, debe tener mayor presencia ofensiva, debe plantear una propuesta en la que se compruebe que verdaderamente quiere llevarse los tres puntos: «Hay que sacar más, hay que tirar a portería», gritó. Y sin descuidar la defensa, a la que le vendría bien el espíritu (sólo el espíritu) de lo que cantaba el Bernabéu: «Saca el hacha, Benito, saca el hacha».