Dos rúbricas, dos contratos, han marcado el verano de José Manuel Fernández. La primera, la que sí le ha cambiado la vida como él quería, es la de su regreso al Córdoba. «Las ganas siempre me han podido, pero hay veces que, por cosas secundarias, no se ha podido hacer. Es verdad que siempre tienes ese pensamiento malo, por así decirlo, por las veces que se ha frustrado la vuelta a casa. Pero estoy muy contento de estar aquí y de ayudar al equipo, que es para lo que he venido».

«Creo que el equipo va a estar capacitado para llevar el peso de los encuentros»

Un equipo, el Córdoba, que es uno más en la categoría. «Hay muchos equipos con el mismo objetivo en Segunda. Puedo decir muchos, pero Granada, Osasuna, nosotros, Cádiz... Hay muchos equipos que si, metemos el objetivo de estar en play-off, lo tienen 15 equipos de los de la Liga. Creo que no sirve de nada decir ningún equipo porque todos nos lo pondrán difícil, como siempre, y tenemos que mirarnos a nosotros y no mirar a nadie». Para ello, precisamente, se trabaja ahora en Benahavís a las órdenes de un Carrión que «tiene los conceptos muy claros y creo que le viene perfecto al equipo», un Córdoba al que Fernández ve «capacitado para llevar el peso de los partidos. Estamos trabajando en ello». El periplo de más de cuatro años lejos de El Arcángel no parece que le haya afectado. «No he cambiado nada. Soy el mismo. He pasado por varios equipos y he vivido muchas experiencias. Y la experiencia es un grado, ¿no dicen eso? He cogido bastante experiencia y tengo intacta la ilusión y las ganas de trabajar y devolver a este equipo a donde debe estar», porque «tengo esa espinita de no haber vuelto antes y espero devolver a la afición, a la gente, ese cariño que ha demostrado hacia mí». Y la mejor manera de demostrarlo, con toda una declaración de intenciones: «Siendo de aquí, de la casa, mi mayor ilusión es vestir la camiseta blanquiverde. Y si es en Primera, mucho mejor».

La otra firma del verano para Fernández supuso su matrimonio. Pero ahí no le cambió tanto la vida. «Llevo 10 años con mi mujer y tenemos un hijo. Teníamos que casarnos. Sí o sí».