Más allá del rendimiento deportivo que está ofreciendo Mike Havenaar desde su llegada al Córdoba, también influido por la falta de adaptación del japonés de origen holandés tanto al fútbol español como al idioma y costumbres, lo cierto es que al delantero blanquiverde parece haberle mirado un tuerto. La llamada del nuevo seleccionador nipón, Javier Aguirre, debió ser un respaldo moral para el espigado futbolista, que se metió casi 13.000 kilómetros hasta Niigata, en donde le esperaba el debut del mexicano ante la débil Jamaica. Los nipones se impusieron por la mínima, pero Havenaar se quedó en el banquillo, a pesar de que Aguirre realizó numerosos cambios en los hombres de ataque del seleccionado japonés. Sin embargo, se olvidó del jugador blanquiverde. Unos días después tocaba el turno ante la potente Brasil, en esta ocasión en Singapur. Pero las cosas se torcieron desde el inicio con el festival de Neymar, que anotó los cuatro goles de la canarinha ante un combinado nipón totalmente desbordado. Ni tan siquiera en los últimos minutos y con todo decidido Aguirre pensó en dar entrada a Havenaar, que llegó a Córdoba ayer, aunque no participó en la sesión de entrenamiento, por lo que tiene todas las papeletas para quedarse fuera de la convocatoria que entregará Albert Ferrer, máxime, teniendo en cuenta que Ghilas continúa evolucionando (sobre todo físicamente), por lo que el nipón y Xisco se disputan la otra plaza en la punta de ataque. Y con lo ocurrido con su selección, lo cierto es que para Havenaar no está resultando nada fácil la pelea por el puesto.