A la derecha de Pedro Cordero, espigado y sonriente, se encontraba Deivid, que en pocos días pasó del llanto a la esperanza. El fue testigo directo del asombroso ascenso del Córdoba en el Gran Canaria. Como el resto de sus compañeros, no podía creer el gol de Uli Dávila. La isla se vistió de luto por el truncado ascenso, pero el destino le tenía preparada una sorpresa a Deivid. A los cinco días el Córdoba le llamó para embarcarse en su proyecto de Primera. Fue el primer fichaje blanquiverde. "Todo pasó muy rápido, solo cinco días después del partido. Hablé con Las Palmas primero, aunque acababa contrato, por la situación que había pasado, porque fue muy duro para el club, pero les dije que el Córdoba se había interesado en mí. Tenía otras ofertas, pero me decanté por este proyecto, porque la ciudad tiene ganas de fútbol".

La secretaría técnica cordobesista llevaba tiempo fijándose en él. "Ya lo seguíamos durante toda la temporada y lo rubricó en las eliminatorias", señaló Pedro Cordero. "Puede jugar en varias posiciones de la defensa, aunque lo viene haciendo en la izquierda e incluso de pivote defensivo. Es polivalente y en el fútbol actual necesitas gente que pueda jugar en varios sitios", añadió.

Deivid ya debutó en Primera División cuando era jugador del Sevilla, a las órdenes de Míchel. "Tuve la suerte de jugar cinco partidos, ahora estoy de nuevo en Primera y espero asentarme, adaptarme lo más rápido posible al equipo y cumplir las expectativas. Estoy en una ciudad con muchas ganas de fútbol y espero estar a la altura de este gran club y no dejar escapar la Primera División, después de tanto tiempo."

El central asume que llegarán más jugadores en su posición, pues hasta ahora ha sido el único en llegar, junto al lateral Gunino. "Tendrá que llegar gente, pero la competencia será sana. Lo primero que te dicen cuando preguntas por el Córdoba es la grandeza de su vestuario y la actitud de los compañeros, y es lógico que se refuercen las posiciones".