Mientras el equipo rojiblanco sigue sin dar pie con bola y, consecuentemente, sin levantar cabeza, Javi Guerra empieza a dar la razón a Javi Gracia y a quienes como el entrenador del Málaga insistieron a la dirección deportiva del club de La Rosaleda para que el experimentado delantero cubriera la vacante dejada por el paraguayo Santa Cruz al marcharse al fútbol mexicano (Cruz Azul) y reforzara así al equipo blanquiazul en la segunda mitad de la temporada en curso.

La crisis del Athletic parece no tener fin. Son ya siete encuentros de Liga sin ganar. Ni en casa ni fuera. En San Mamés no ha regalado un triunfo a su exigente afición desde hace dos meses, en concreto, desde el 21 de noviembre pasado, cuando se impuso al Espanyol (3-1). Era la 12 jornada. En la seguiente venció a domicilio al Getafe (1-2) en la que era su quinta, y a día de hoy última, victoria. Desde entonces (28 de noviembre), el punto logrado ayer tras el empate con el Málaga es el segundo que suma el cuadro de Ernesto

Valverde: 2 de 21

Pese a ser natural de Vélez-Málaga y ser un contrastado goleador, Guerra nunca había defendido como profesional la camiseta blanquiazul del Málaga. Ha pasado por multitud de equipos (Motril, Cádiz, Varzim, Mestalla, Granada 74, Alavés, Levante, Valladolid y Cardiff City) y en todos, salvo en el último, donde no tuvo continuidad, ha dejado muestras de su facilidad realizadora.

El pasado verano, aunque disponía de ofertas españolas, prefirió la propuesta económica y deportiva del Cardiff para jugar en la Championship, la Segunda División de Inglaterra. En el cuadro galés no le fueron las cosas como esperaba. Por eso no dudó en escuchar la llamada del Málaga cuando a primeros de año le propusieron regresar a su tierra.

Próximo a cumplir 33 años (lo hará el 15 de marzo), llega cedido por el Cardiff hasta final de temporada. El cambio de aires le ha hecho recuperar la ilusión. "Estoy muy contento de volver y quiero disfrutar jugando al fútbol, que es lo que más me gusta. Puede que haya llegado tarde, pero estoy muy ilusionado", dijo en su presentación.

Ayer, en Bilbao, en su debut como titular, demostró que su olfato goleador sigue intacto. Suyo fue el tanto del empate malaguista.