Al español Javier Gómez Noya, medallista de plata en los Juegos de Londres 2012 y único quíntuple campeón del mundo de triatlón de la historia, sólo le queda un objetivo en su brillante carrera deportiva: el oro olímpico. Una meta por la que luchará en Río de Janeiro (Brasil), el próximo mes de agosto.

En la segunda parte de una entrevista con la Agencia EFE que tuvo lugar en Lisboa, donde apunta, sin presión, a un cuarto título europeo, el líder de hierro del deporte español explica cómo afronta una temporada en la que puede ponerle la guinda a una trayectoria profesional que ya lo es de matrícula de honor; y habla de una de sus grandes aficiones: tocar la guitarra eléctrica.

--Ha ganado tantas cosas, que es difícil preguntarle por un sólo momento. Pero dígame tres.

--¿Tres? Pues mira. Uno es el sprint que le gané a Jonathan (Brownlee, inglés) en Londres, que me sirvió para ser campeón del Mundo (en 2013, cuando logró el tercero de sus cinco títulos) con ese sprint. Otro momento es otro sprint, con Alistair (hermano del anterior y campeón olímpico hace cuatro años, en Londres), en Yokohama (Japón), el año pasado. Y otro al que le tengo mucho cariño, aunque la victoria no fuese tan importante, fue cuando quedé campeón del mundo sub'23 en Nueva Zelanda (en Queenstown, en 2003). Fue una victoria contra pronóstico. Una sorpresa muy agradable.

--¿Piensa que su mejor momento aún está por llegar?

--Siempre pienso que sí. Siempre pienso que aún está por llegar, porque si pensara que ya lo he conseguido todo y que ya no puedo hacer más, me dedicaría a otra cosa. Si sigo es porque creo que puedo hacer cosas importantes, todavía. Y tengo ilusión por ello. Así que esperemos que aún esté por llegar ese momento.

--Aquí en Lisboa disputa este sábado su primera prueba importante de la temporada, el Europeo. Un título que ha ganado ya tres veces: en Copenhague (2007), en Holten (Holanda, 2009) y en Eliat (Israel, 2012). ¿Qué recuerda de esos tres triunfos?

--En 2007 fue mi primer gran título, porque no era campeón del mundo en aquel momento. Fue una carrera muy rápida, muy bonita, que le gané a (el alemán Jan) Frodeno, que quedó segundo. Le tengo un gran cariño a ese título. El segundo también fue importante, porque Alistair (Brownlee) empezaba a dominar ese año (2009). Me había ganado en dos o tres carreras antes. Y llegué a Holten; y en un 'mano a mano' le gané. Recuerdo que eso me dio mucha confianza. Y el último fue un año como éste, año olímpico, 2012, en Israel. Faltaba algún rival importante, era mi primera carrera seria del año; y gané. Pero quizá no lo disfruté tanto, porque sabía que el objetivo de la temporada venía más tarde, en los Juegos Olímpicos.

--¿Y qué recuerdo tiene del Europeo de Lisboa de 2008? Buena 'encerrona' le hicieron aquí hace ocho años, ¿no?

--Sí (ríe). Hubo una 'encerrona' antes de la carrera (a pie). Los que se metieron en la escapada (ciclista) lo hicieron mucho mejor que yo. Se escaparon ocho y al final sólo cacé a uno corriendo. Quedé séptimo. Pero fue una circunstancia que me sirvió para abrir los ojos, también, para ver que era una posibilidad que podía darse ese año, en los Juegos de Pekín. Tuve que ponerme las pilas. En su momento quedé un poco defraudado, porque sabía que era el más fuerte y que podía ganar, si íbamos a una carrera normal. Y me la jugaron. Pero bien jugada estuvo (ríe).

--¿El circuito de este año en Lisboa es igual que el de 2008?

--Creo que sí, aunque varía un poco la carrera a pie. Pero en cualquier caso es muy parecido. Un circuito rápido en la bici, con un pequeño repecho. Todo de plato. Quizá la zona de entrada y salida del estadio, aquí, que es una parte más técnica; y el cambio de luz te puede jugar siempre una mala pasada. Por eso, hay que estar muy atento y estar delante.

--¿Qué tal ve a sus compañeros de la selección española?

--Bueno, nos faltan los que lo han estado haciendo muy bien en las 'Series Mundiales', nos faltan Mario (Mola, mallorquín, líder del Mundial) y (el talaverano) Fernando (Alarza, segundo en el campeonato). Pero creo que 'Chente' (el tinerfeño Vicente Hernández) va a hacer una buena carrera. (El gallego Antonio) Serrat viene de hacer buenas carreras en Copas del Mundo y Copas de Europa y si tiene el día puede estar muy adelante. Y (el barcelonés Cesc) Godoy dependerá de cómo vaya la carrera. Es buen nadador y si se mete en el corte puede tener opciones, como el año pasado, que quedó séptimo en el europeo.

--¿A quiénes ve favoritos, aquí en Lisboa?

--Para mí, el máximo favorito es (Kristian) Blummenfelt, el noruego, que lleva un año estuvo espectacular. Estuvo ahí plantándole cara a Mario (Mola) en Yokohama (Japón). La semana pasada corrí contra él en un Grand Prix, en Francia; y le vi muy bien. Está (el francés) David Hauss, aunque no se le ha visto mucho este año. Los portugueses estarán motivados. (Joao) Silva siempre es capaz de lo mejor y de lo peor. Nunca sabes. Es capaz de ganar o de quedar el 30, depende del día que tenga. (Joao) Pereira, otro portugués, también tiene posibilidades de ganar...

--¿Ya sabe lo que va a hacer después de los Juegos de Río? ¿Seguirá en distancia olímpica? ¿Se pasará al Ironman?

--No lo sé. Quiero pensármelo con tranquilidad. Una posibilidad es pasarme al Ironman. Pero la verdad es que esto también me gusta. Disfruto de la distancia olímpica, lo que es la competición me motiva más y, bueno, si me sigo viendo competitivo es posible que siga. Y si me veo cansado, posiblemente busque otras motivaciones.

--Pero esta decisión ¿va a depender del resultado que obtenga en los Juegos de Río?

--No. Y no quiero que dependa. Por eso, quiero pensarlo con la cabeza fría, dejar un tiempo después de Río. Porque si me sale bien Río voy a querer seguir en distancia olímpica; y si me sale mal, voy a querer cambiar. Pero al final, Río es una carrera en un día. Y no puedes tomar decisiones sobre tu futuro y tu carrera deportiva en función de lo que suceda en un día.

--Lo que sí que va a tope es el asunto musical, ¿no? Ya se prodiga en las redes sociales tocando la guitarra eléctrica con su grupo.

--Sí (ríe). No tengo mucho tiempo para ensayar, pero ahora que he pasado más tiempo en casa, al final del día, cuando podíamos, nos reuníamos y tocábamos. Es una manera de desconectar estupenda.

--¿Cómo se llama el grupo?

--No, no tenemos nombre todavía (ríe). Nos juntamos con Diego Paz (otro triatleta), que toca la guitarra; Alberto, un amigo de Diego, que toca la batería; y mi fisio, Hugo Ogando, que toca el bajo. Nos juntamos cuando podemos, pero no tenemos ni nombre, todavía (ríe).

--Así que igual, en vez de pasarse de la distancia olímpica al Ironman se pasa del triatlón al 'heavy metal', ¿no?

--(ríe) Lo que pasa es que con eso poco dinero iba a ganar.