El estreno de la Liga 2017/18 supondrá el debut en la máxima categoría del Girona y su estadio Montilivi, la primera parada para el Atlético de Madrid de Diego Simeone, entre los favoritos a la Liga, sin fichajes hasta enero, pero con un equipo hecho que ambiciona asaltar de nuevo la cima. No lo hace desde el curso 2013/14, la única de las últimas trece temporadas que el título no fue para el Barcelona o el Real Madrid, pero siempre es el desafío desde el que parte cada proyecto del equipo desde la llegada del técnico argentino. Un lustro en el que no se ha movido del podio, con cuatro terceras plazas y el citado campeonato.

La persecución de su objetivo, una vez más alguno de los tres primeros puestos, comienza en Girona, ilusionado ante el primer encuentro de su existencia en la élite del fútbol español, después del anhelado e histórico ascenso del pasado curso y con el reto de la permanencia, por la que peleará ya desde este mismo sábado. Se cruza con el Atlético, que reinicia su ambición con la misma base que el pasado curso, en la que permanecen todos sus jugadores de referencia, a la que sólo han llegado los argentinos Axel Werner y Luciano Vietto, este último con su futuro en el aire, y de la que han salido los portugueses André Moreira y Tiago Mendes, ahora asistente del cuerpo técnico, y el italiano Alessio Cerci.

Son los únicos cambios en la plantilla, a falta de qué sucede con Vietto -ayer entró en la convocatoria para Girona- y del mercado invernal de fichajes, cuando ya habrá concluido la sanción de la FIFA que pesa sobre el Atlético. Entonces llegará seguro Vitolo y posiblemente Diego Costa, pretendido por el club y que ayer manifestó que no tenía aún cerrado el acuerdo con el club rojiblanco.