Sergio García pudo enfundarse por fin la chaqueta verde de campeón, un sueño que parecía vetado después de 19 apariciones en Augusta. El jugador castellonense, de 37 años, con una carrera espléndida, a la que le faltaba un torneo del Grand Slam, rompió el maleficio en el mismo escenario donde antes se habían consagradoSeve Ballesteros y José María Olazábal.

”Es una coincidencia emocionante”, admitió el castellonense, cuando le recordaron que se proclamó campeón el mismo día en el que Seve Ballesteros habría cumplido 60 años. “Unir mi nombre a los de Seve yOlazábal, que era mis ídolos cuando era un niño, es realmente fabuloso”, remarcó García, para admitir: “Estoy seguro de que (Seve) me ayudó un poco con algunos de esos golpes y con algunos de esos putts".

Explicó García que una de las claves para explicar su triunfo fue la mentalidad para afrontar esta cita del Masters, su 74 aparición en un torneo del Grand Slam. “He jugado muy bien, probablemente más calmado de lo que he jugado en ningún 'major' en domingo. Justin(Rose) no me lo puso fácil y jugó extramadamente bien. Pero sabía las cosas que podía hacer, me veía capaz de hacerlo y lo hice. Incluso después de los dos bogeys de la segunda vuelta, sabía que iba a tener mis opciones”

"¿GANARÉ ALGUNA VEZ?"

El jugador castellonense, eso sí, admitió que después de tantos intentos fallidos, llegó a pensar que no conseguiría aprovechar su asignatura pendiente. "Alguna vez se me ha pasado por la cabeza: ¿Voy a ganar uno alguna vez (un grande)? He tenido muchas oportunidades y las he perdido o alguien ha hecho algo extraordinario para ganarme. Así que sí, alguna vez esa idea me ha cruzado la mente. Pero últimamente, vengo pensando de una forma diferente. He tenido una buena ayuda. He pensando diferente, más positivo, aceptando que por lo que sea, no me había sucedido, y mi vida no era un desastre seguía adelante”.

Sergio García se reconoció también orgulloso de cómo negoció las adversidades durante todos estos y también encaró los problemas que ha vivido en esta edición. “El camino para llegar a este punto ha sido muy largo, pero nunca me sentí tan tranquilo como este domingo durante una cuarta ronda de un grande. Estoy orgulloso de cómo acepté las cosas y como miré el recorrido de otra forma, sabiendo que es un campo que te da y te quita. No voy a mentir. No es el campo en el que me siento más confortable. Pero he seguido trabajo. Y me siento muy orgulloso”.