Insiste en que no quiere bronca alguna con Carlos González ni con los administradores concursales, ahora que él y sus catorce compañeros del último consejo de administración de Prasa en el Córdoba CF han salido sin cargos, cuantiosas multas e inhabilitaciones profesionales, del concurso de acreedores del club que dirigió, y que hace dos semanas tocó a su fin con final feliz. Sin embargo, trajeado impoluto y curtido en miles de frentes a lo largo de su extensa trayectoria profesional, sus ojos veteranos ya en estas lides le delatan: quiere que se sepa la verdad y toda la verdad de este feo asunto que echó a pelear con muchas mentiras y medias verdades de por medio a unos con otros en torno al Córdoba CF. Una pelea de la que no se ha escrito el final todavía, por más que lo digan.