El Real Madrid puso un final feliz a enero, su peor mes de la temporada y de la ‘era Zidane’, en el que pasó de ser imbatible con un récord histórico de partidos invicto, a un bajón de resultados con eliminación copera incluida, pero con una jornada liguera en la que aprovechó el fallo de sus rivales. Centrado en Primera, el gran objetivo de la temporada para el Real Madrid, el equipo de Zinedine Zidane recuperó sensaciones perdidas al contragolpe ante la Real Sociedad (3-0), en un triunfo que acaba maquillando un mal mes de enero en el que bajó a la tierra, demostró no ser insuperable con dos duras derrotas que sumadas a otros dos empates le instalaron en su punto más bajo. La carga física que metió Zidane, aprovechando el parón de las vacaciones navideñas, no le sentó bien a su equipo. Tras proclamarse campeón del mundo, protagonizó el mismo desplome que sufrió en el último precedente con Carlo Ancelotti. Pocos lo podían presagiar con el primer encuentro del 2017, cuando el cambio de cara con las rotaciones, en la ida de los octavos de final de Copa del Rey, no solo no afectaron sino que mejoraron el nivel frente al Sevilla.

El Real Madrid comenzó el año firmando uno de los mejores partidos que se le recuerdan este curso, junto a la conquista del Vicente Calderón. Asestó un 3-0 al equipo de Jorge Sampaoli, que prácticamente sentenciaba una eliminatoria que al final tuvo que pelear en Nervión. El récord estuvo a punto de esfumarse cuando se atisbaron los primeros síntomas de debilidad, en un 3-3 gracias al tanto a última hora de Karim Benzema. Había goleado entre ambos partidos en Liga al Granada (5-0), en un cómodo paseo ante el rival más débil que visitó el Bernabéu y en el mismo escenario donde comenzó a dejar muestras de un bajón, el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, llegó el fin del récord de Zidane con 40 partidos sin perder. Cinco minutos tiraron por tierra un encuentro que tuvo controlado en gran parte por el cambio táctico del técnico francés y la apuesta por tres centrales. El tanto en propia puerta de Sergio Ramos y saborear su propia medicina con el gol de Jovetic en el añadido (2-1), provocó un daño psicológico insospechado en un grupo que se había acostumbrado a ganar. Tres días después se comprobó. El Real Madrid pasó de no perder un partido en nueve meses, a encadenar dos golpes directos consecutivos. El Celta conquistaba el Bernabéu en Copa (1-2) ante un rival sin capacidad para la reacción, bloqueado física y mentalmente. Lo plasmaba ante el Málaga en Liga, ganando con lo mínimo con Sergio Ramos de nuevo con el papel de salvador con su doblete (2-1) y proclamándose campeón de invierno inmerso en un mar de dudas. Lesiones en jugadores importantes, sumándose a Gareth Bale o Pepe jugadores como Dani Carvajal, Marcelo, James en un enero negro que comenzó reivindicándose antes de lesiones en los sóleos de sus dos piernas, o el cerebro de todo Luka Modric. Ausencias de peso que condicionaron el intento de remontada copera en Vigo, ‘muriendo’ en la orilla de Balaídos (2-2) en el adiós a la primera competición de la campaña.

Pero cuando el panorama se oscurecía, el Barcelona cedió un empate ante el Real Betis, el Sevilla cayó en su visita al Espanyol y el Real Madrid no dejó escapar la ocasión de asestar un nuevo golpe a la competición. El triunfo que despide enero le instala en cuatro puntos de ventaja con sus perseguidores, que pueden ser siete si supera al Valencia en el partido que tiene pendiente por jugar. El cambio de cara puede llegar con la mejoría física que debe dar tener un partido solo por semana en las tres próximas. Debe servir para cerrar heridas abiertas entre jugadores y el madridismo. La última con Cristiano y un crudo enfrentamiento con los que castigan sus fallos con silbidos.

Los resultados en un febrero en el que regresa la Liga de Campeones con el duelo ante el Nápoles de octavos y encuentros ligueros ante Celta de Vigo, Osasuna, Espanyol y Villarreal, pueden servir para regresar a la normalidad. De hecho, tan solo tendrán lugar dos partidos en el Bernabéu -Nápoles y Espanyol-, lejos del clima de crispación actual.