El Córdoba B, gracias a su fortaleza defensiva, sumó un punto de oro en su desplazamiento a Cartagena ante un rival que fue justo dominador pero que fue incapaz de solventar el choque en ataque.

Y no puso las cosas sencillas el filial andaluz. Más recio atrás que su rival local, el equipo visitante fue mejor tras el pitido inicial. Jugó más fácil, sin alardes, tratando de mantenerse recio ante un Cartagena tan favorito como su última línea de resultados en la competición le señalaba. Pero las oportunidades fueron visitantes. Primero, a los cuatro minutos, fue Cristian el que, llegando desde su zona atrasada, colocó un balón que tuvo que despejar el meta local Limones. Un minutos después Juanfran enganchaba una volea que se iba por poco. El dominio no desistía por parte de los filiales del Córdoba. Sus sensaciones eran superiores y, con el paso de los minutos, iban ganando en tranquilidad ante un rival mediterráneo que siguió demostrando que se le cruza en su camino jugar ante los suyos. Por eso la ocasión de nuevo, a los diez minutos, de Juanfran al que esta vez se le fue el disparo demasiado cruzado ante la meta de Limones.

Esta ocasión hizo despertar al cuadro local. Gato, el mejor de los suyos en el primer acto, era el encargado de llegar y avisar a Jon Villanueva. Se desperezaba el cuadro albinegro ante un rival andaluz que había sacado en diez minutos fulgurantes. Encogido ante el empuje de los locales, le bastó poco al Cartagena para que los del Córdoba delegasen de sus funciones tutoriales, más metidos y con peso específico.

Desde entonces ganó comodidad el equipo de casa. Pero fueron buenos momentos para los filiales porque demostraron entereza atrás y saber estar. No sufrieron apenas y se bastaron con mantenerse juntos, ayudándose en la retaguardia para no perder el sitio. Una acción del asturiano Chus Hevia fue lo mejor para el recuerdo en la estepa de esta primera mitad a la que le faltaba por llegar lo mejor; los últimos minutos de locura.

Porque Gato, a siete del descanso, tuvo la mejor oportunidad para los de casa. Gato remataba a la madera una cesión de Ribas cuando tenía todo a favor, hasta la meta vacía. Y, en la continuación de la jugada llegó el gol de los andaluces. Bijimine remataba de cabeza al fondo de la meta de Limones y ponía en ventaja a los suyos. Cinco minutos después, entre el descontrol de los locales por debajo en el marcador, Damián pudo sentenciar con un remate que detuvo Limones.

En la reanudación se vio a un Cartagena superior, muy por encima de lo que se le había visto en la primera parte. Los de Simón Ruiz lo hicieron mejor. Su exposición de motivos se vio desde el inicio. Pudieron con rival jugando con alas, siendo siempre más rápidos en el corte, en la presión ante un equipo andaluz que salió dormido y al que el descanso le sentó muy mal.

Gato, muy incisivo por la banda, se echó el equipo a la espalda para creer en el empate. Por eso las tablas tardaron tan poco en llegar. Fue a los seis minutos. Un robo del canterano Sergio Jiménez en el centro del campo, abrió las esperanzas a la parroquia local. Su pase lo definió Gato para colocar el empate en el marcador. Se gustaban los de casa ante un Córdoba B que se hizo minúsculo ante el dominio del Cartagena. Con una superioridad manifiesta en el centro del campo, a los andaluces sólo les servía mantenerse fuertes en la zaga, sin perder la ubicación, atentos a no errar. Por eso a los de casa les costó poco hacerse los dueños de un balón al que apenas opositaron los visitantes.

La superioridad de los locales era alarmante pero sin peso ofensivo. Sigue adoleciendo el equipo de Simón de dinamita, algo que permite a los rivales mantenerse vivos, como le sucedió al Córdoba B, un equipo que desapareció ofensivamente en el segundo acto, pero que dejó buena simiente defendiendo, con mucha tranquilidad, con las ideas claras, sin perder espacios. Hasta el final, los cambios dieron un guión de intermitencias que sirvió para que los visitantes recuperaran un aliento del que se veían privados ante el empuje local. Por méritos, el empate hizo justicia a la brillantez defensiva andaluza.