JUAN ROIG

El empresario (Valencia, 1949) es el gran artífice de todo junto a su hermano Fernando, que le cedió la presidencia y las riendas del club en 1999 para centrarse en el Villarreal. El dueño de Mercadona vive cada partido de su equipo junto a su familia en la primera fila del pabellón de la Fuente de San Luis. Huye de los palcos porque va al baloncesto a disfrutar y a sufrir. Se calcula que puede llevar invertidos cerca de 120 millones. En los últimos años aporta a fondo perdido unos ocho millones de euros anuales.

PEDRO MARTÍNEZ

El entrenador catalán (Barcelona, 1961) ha conducido al equipo valenciano al mayor éxito de su historia, que es también el suyo propio. Se estrenó en los banquillos hace casi 30 años ganando laCopa Korac con el Joventut pero después apenas le dieron oportunidades en la élite. Hace dos veranos el Valencia apostó por él y a sus 56 años ha demostrado estar en su mejor momento. Con exigencia, tenacidad y mano izquierda ha hecho que su equipo gane jugando un baloncesto casi perfecto: duro en defensa y coral en ataque. No se sabe si seguirá.

RAFA MARTÍNEZ

El gran capitán. De Santpedor, como Pep Guardiola, ha disputado su novena campaña en un club en el que ya es leyenda. Ha sido clave en su crecimiento tanto dentro como fuera de la pista. Noble y alegre se ha convertido es el alma y el ancla del vestuario y pese al paso de los años su rendimiento no ha dejado de crecer. Con sus 35 años, disputó 23 minutos en el último partido de la final y sumó 9 puntos. Su camiseta con el 17 está llamada a ser la próxima que cuelgue del techo del pabellón.

BOJAN DUBLJEVIC

La ‘perla’ montenegrina (Niksic, 1991) se rige por leyes ajenas al deporte profesional. Lleva cinco años en el club y cada verano ha rechazado ofertas mareantes para dejar la entidad. Los mejores equipos españoles y europeos le quieren, también la NBA. Pero el pívot no quiere saber nada. Antes de la final aseguró que un títulocon el Valencia le valía por diez con otro equipo y nada más ser nombrado MVP besó el escudo. "Esta es mi casa", repetía sin cesar.