Cambiar de técnico en mitad de la temporada no garantiza nada. Ante un camino que se tuerce nada asegura que el nuevo que se vaya a tomar sea, incluso, peor que el anterior. De ahí que se haya llegado a escuchar en el fútbol la reiteración manida de que el cambio en el banquillo no sirve para nada. Quizá no signifique garantía de éxito, pero hay técnicos en la Segunda de esta temporada, sin ir más lejos, que pueden rebatir esa afirmación. El primero, Manolo Díaz, entrenador del filial merengue, que relevó tras la jornada 14 al cordobés José Alberto Toril. El Castilla se encontraba en el último lugar de la tabla antes de jugarse la jornada 15. Tenía tan solo siete puntos. Díaz, por tanto, ha estado al frente del banquillo merengue en 21 jornadas en las que ha sumado 33 puntos. En la particular Liga desde que es entrenador del segundo equipo blanco se colocaría en la quinta posición de esa tabla hipotética. Cuando cogió el mando, el Castilla se encontraba a nueve puntos de la salvación, por lo que ese buen rendimiento aún es insuficiente para sacar al equipo de puestos de descenso.

Otro ejemplo, el de Miquel Olmo en el Sabadell, cuyas riendas tomó a partir de la jornada 16. En las 15 anteriores, Salamero tenía a los arlequinados en puestos de descenso, con 15 puntos (una media de un punto por encuentro). Con Olmo, el Sabadell ha sumado 32 puntos, situándose en esa tabla hipotética desde que él está al mando en el sexto puesto de la tabla. En la actualidad se encuentra a siete puntos del descenso y a cuatro de los play-off . Bordalás, en el Alcorcón, también ha mejorado a su antecesor, aunque no con la suficiencia como para sacar a los alfareros de puestos de descenso (ver gráfico adjunto).

Los dos últimos ejemplos se verán las caras el próximo sábado, en El Arcángel. Terrazas llegó en diciembre para relevar a un Gonzalo Arconada que había sumado 22 puntos en 18 jornadas. El Mirandés se situaba en el puesto 16, a uno solo del descenso. El vizcaíno afirmó a su llegada que su objetivo era ascender. Ha sumado 25 puntos en las 17 jornadas que ha dirigido a los rojillos, lo que le situaría en el octavo puesto de la tabla contando esas 17 jornadas. Mirando la real, los burgaleses llegan a El Arcángel a tan solo dos puntos del Córdoba y, como dijo el martes Pablo Infante, con la intención de ganar para mirar tan solo a los play-off .

Por su parte, Albert Ferrer ha sumado 15 puntos en nueve jornadas. En la clasificación de esos nueve encuentros se situaría en octava posición y, a día de hoy, tiene el mejor coeficiente por partido de todos los técnicos que han cogido a sus equipos con la competición en marcha: 1,67 puntos por jornada.