Un torbellino. Roger Federer no ha dejado escapar la oportunidad de hacer historia en Wimbledon. Por octava vez ha inscrito su nombre en el palmarés del centenario torneo. Récord de récords para superar los siete del estadounidense Pete Sampras, en el tenis moderno, y los mismos del británico William Renshaw, ya hace dos siglos. Además de aumentar a 19 su cuenta particular de Grand Slams. Con un 'ace final, en el segundo 'match ball' y en 1 hora y 41 minutos, tres sets (6-3, 6-1 y 6-4) y cediendo solo ocho juegos, ha acabado con las ilusiones del croata Marin Cilic.

Federer ha impuesto su ley desde que ha roto el servicio de Cilic por primera vez (3-2), después de una doble falta del croata, superado por el acontecimiento en el que saltaba a la central, tras Federer y bajo una estruendosa y larga ovación con la que fue recibido por los 15.000 aficionados que llenaban la central para asistir a la nueva proeza del campeón suizo. En 61 minutos Cilic ha cedido los dos primeros sets en los que solo ha apuntado cuatro juegos en su casillero. El dominio de Federer aburría en el royal box, repleto de excampeones de Wimbledon como Rod Laver, Stefan Edberg,Stan Smith, Jan Kodes, Justin Rose o Manuel Santana.

CILIC, CON MOLESTIAS

Se esperaba más oposición por parte de un Cilic que había tenido el año pasado en el mismo escenario, aunque en cuartos, durante cinco juegos a Federer y tres 'match balls' para ganarlo. El croata, que tenía molestias, y Rafael Nadal eran los rivales que más temía el exnúmero 1 mundial antes de comenzar el torneo en Wimbledon.

La victoria de Federer le permitirá colocarse en la tercera plaza del mundo y le abre las opciones a un final de temporada excepcional en el que el suizo ya no defiende ningún punto más porque el año pasado renunció al resto del calendario tras caer en las semifinales de Wimbledon, para poder recuperar sus problemas de rodillas.

Federer y Nadal tendrán ahora un pulso por acabar el año como números 1, después de que Andy Murray, aún número 1, y Novak Djokovic se estén planteando un largo parón por sus respectivas lesiones en la cadera y el codo que podrían obligarles a pasar por el quirófano.