No ha sido un curso fácil para Fede Vico, que se marchó de Córdoba hace poco más de un año para continuar una progresión que parecía meteórica. Después de ser internacional en las categorías inferiores de la selección española y de que Lucas Alcaraz le hiciera debutar en Segunda --fue el más joven en hacerlo, con solo 16 años--, Paco Jémez le permitiera crecer y Rafael Berges le afianzara en el primer equipo blanquiverde, Vico decidió aceptar la oferta del Anderlecht, que le ofrecía un contrato de cinco temporadas y la posibilidad de jugar en Europa. El traspaso rondó el millón y medio de euros, el mayor en la historia cordobesista.

La operación generó una gran expectación en la entidad belga, pero Vico ni siquiera llegó a debutar con el Anderlecht, que optó por cederlo a mitad de competición a un club de su misma liga, el Oostende. Allí tuvo más protagonismo, pero tampoco se lució, con un gol en diez choques, muy alejado del nivel que ofreció en El Arcángel, donde Berges le consideró como uno de los pilares del equipo. De hecho, fue la campaña en la que se destapó, con 39 partidos oficiales y siete goles. Su mejor encuentro lo disputó ante el Huesca en El Alcoraz, donde anotó dos goles.

Berges, además, reconvirtió al canterano en mediapunta, ya que con Jémez solía actuar pegado a la banda. Ahí cuajó muy buenas actuaciones. Esa polivalencia es la que ha servido a la secretaría técnica blanquiverde para decantarse por su contratación, pues en las bandas ya había un buen número de jugadores.

Con la llegada de Vico se produce una curiosa coincidencia, y es que se volverán a juntar en la plantilla blanquiverde dos jugadores, él y Borja García, que fueron traspasados hace una y dos temporadas, respectivamente. Por ambas operaciones el Córdoba obtuvo alrededor de dos millones y medio de euros (1,5 por el canterano y uno por el madrileño) y ahora cuenta de nuevo con sus servicios. Ninguno llegó a brillar en sus respectivos equipos, Castilla y Anderlecht, como lo hizo en su etapa cordobesista. Ahora la afición espera volver a ver a esos jugadores con los que se deleitó y que contribuyan a la permanencia.