La cordobesa Fátima Gálvez ha manifestado a su regreso de la final de la Copa del Mundo disputada el pasado fin de semana en Bakú (Azarabayán), en la que concluyó en novena posición, que se sintió "entre perdida y relajada" en la primera tirada, que fue la que "marcó las diferencias".

La tiradora natural de Baena (Córdoba), que en el pasado Mundial de Las Gabias (Granada) logró la medalla de plata que le otorgaba su clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, ha manifestado a Efe que "todo eso influyó", y aunque el balance final de temporada debe ser "bueno", se vino con "mal sabor de boca".

"Siempre me he quedado a las puertas de entrar en la final. Esa es la espinita clavada que me queda", ya que en sus anteriores dos participaciones en la final de la Copa del mundo tampoco pudo meterse entre la seis primeras que optan a luchar por el título, algo de lo que en esta ocasión le separaron solo tres platos porque "se entró con 72 platos rotos". "Apreté luego en las dos últimas series, pero no fue suficiente para entrar en la final", ha lamentado Gálvez, que a la par ha apuntado que a buen seguro "también influyó la adaptación al país y el largo viaje".

Baena ha explicado que todo fue "muy pesado", ya que tuvo que pasar por Turquía antes de llegar a Azerbaiyán.