Un estudio del departamento de Fisiología y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos "José Mataix" de la Universidad de Granada advierte del aumento en la incidencia de patologías osteomusculares debido a una excesiva práctica deportiva o a una mala técnica al practicar deporte.

Las patologías osteomusculares son lesiones inflamatorias o degenerativas en el sistema músculo esquelético, con afectación articular, muscular, tendinosa y/o neurológica, ha informado hoy la Universidad.

Este trabajo, publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, ha concluido que tanto el exceso como el defecto de actividad física se asocia al déficit de movilidad articular encontrado en todos las personas que han sido objeto de estudio.

Según los autores de esta investigación, Magdalena López-Frías, Teresa Nestares y Carlos de Teresa, las patologías osteomusculares pueden venir determinadas por hábitos de actividad física inadecuados, tanto por defecto como por exceso.

"Es desalentador que pacientes que cuidan sus hábitos de vida (normopeso, sueño reparador, dieta equilibrada) puedan dañar sus articulaciones, especialmente las rodillas, debido a una posible falta de información sobre la técnica y el cuidado de su sistema músculo-esquelético durante la práctica deportiva", explican.

Advierten por ello que una vez que se tiene claro que para estar sano hay que cuidar alimentación y realizar ejercicio físico, "es necesario enseñar a la gente cómo hacerlo para prevenir nuevos problemas derivados de su inadecuada práctica".

El estudio también concluye que estas patologías afectan más a las mujeres que a los hombres.

Las más frecuentes entre las mujeres son la cervicalgia (dolor de cuello) y la lumbalgia (dolor en la espalda baja).

Las patologías osteomusculares engloban una serie de enfermedades discapacitantes que en España sufre, en mayor o menor medida, entre el 10 y el 40 % de la población.

Según la Encuesta Nacional de Salud (2011-2012), al menos uno de cada seis adultos mayores de 15 años padece alguno de los trastornos crónicos más frecuentes: dolor de espalda lumbar (18,6%), artrosis (18,3%) y dolor cervical crónico (15,9%).