Estadio: El Arcángel

Asistencia: 8.442 espectadores

Recaudación: 14.296 euros

Terreno de juego: Regular

CÓRDOBA: Alberto García (1), Cerra (2), Tena (5), Prieto (22), Fuentes (3), Borja (10), López Garai (14), Caballero (21), López Silva (19), Javi Hervás (28) y Charles (11).

Cambios: Pepe Díaz (7) por Charles en el 60', Fernández (17) por Fuentes en el 62' y Alberto Aguilar (20) por Caballero en el 67'.

ALCOYANO: Maestro (1), Pina (2), Rojas (5), Morcillo (19), Carrión (3), Miki (23), Fran Miranda (15), Guille Roldán (17), Devesa (7), Gato (10) y Choco Lozano (22).

Cambios: Paco Esteban (11) por Miki en el 62', Alvaro (8) por Guille Roldán en el 69' y Diego Jiménez (16) por Pina en el 81'.

GOLES: 1-0 (6') Centro de Hervás que no desvía a una mano Maestro. Borja, sin dejarla caer, envía a la red el balón.

2-0 (8') Saque de banda de Cerra que se traga Morcillo. Caballero centra a media altura y Charles, entrando a por todas, remata a la red.

3-0 (44') Nuevo saque de banda en la derecha del ataque blanquiverde. En esta ocasión Charles habilita a Borja en el área. El madrileño pica el balón y la defensa rival rechaza. Hervás, desde el punto de penalti, remata a gol.

ÁRBITRO: Arias López (C. Cántabro). Amonestó a Cerra (88') por parte blanquiverde, mientras que por parte alcoyana vieron la cartulina amarilla Pina (12) y Rojas (87').

LA CRÓNICA

El deseo expresado por Paco Jémez hace muy poco se va a convertir en regalo de Papá Noel (para los republicanos ) o de Reyes Magos (para los monárquicos ). Presente que recibirá la afición cordobesista y, por extensión, los cordobeses. Esos que aún no respaldan por completo a un equipo que tiene mucho que ofrecer a unos y a otros, porque a todos acogerá por igual y también les ofrecerá las mismas cosas. A los que creyeron en él desde el principio ("la ilusión ni tocarla", frase del año) y a los que no. A los que estuvieron hace un año (o incluso más) y se fueron, hastiados de tanto desengaño acumulado. Incluso, a los que aún miran con recelo y no creen que lo anunciado por el técnico blanquiverde en la previa de la derrota ante el Guadalajara se cumplirá. El Córdoba pasará unas navidades blancas (y verdes) porque con el triunfo de ayer sobre el Alcoyano entrará en el 2012 en puestos de eliminatoria de ascenso, como mínimo. Este equipo no distingue de colores más allá de los que viste. Y no pide el carné. En definitiva, más allá de monárquicos o republicanos , el Córdoba de la 2011/12 es más demócrata que nunca. Acepta cualquier teoría u opinión, siempre que esta lleve al Córdoba por bandera. Sin exclusiones, con una sola verdad: el juego. Y para rematar, el respaldo de los números. Porque esos 28 puntos que le aúpan a la cuarta posición de la tabla los alcanzó ante el Alcoyano, ayer, de manera holgada. Y no solo por el resultado.

Jémez planteó un esquema parecido al que opuso en el Rico Pérez al líder de la categoría. Introdujo a Caballero en lugar de Patiño y adelantó a Javi Hervás que, entre líneas, hizo lo que le dio la gana durante más de media hora. No le hizo falta más al canterano. Bueno, sí. Echaba en falta su golito y lo anotó justo al final de la primera parte que, en realidad, fue el final del encuentro, porque la segundasolo sirvió para comprobar que el rival no hubiera anotado aunque se hubiera enfrentado al cadete femenino del Perfumerías Avenida y para lamentar que, a pesar del esfuerzo del equipo, Pepe Díaz y Miguel Angel Tena se fueron sin celebrar sus merecidos goles. El primero, para aumentar el ánimo tras su pérdida, y el segundo, para celebrar la llegada al mundo de su retoño. Ley de vida.

En esa primera mitad se comprobó desde el principio que López Silva se divertiría, sin necesidad del excesivo protagonismo de otras ocasiones, aunque a los 10 minutos se marcó un caño y una jugada individual que puso en pie el estadio. También, que Borja sería ese jugador importante que reclama este Córdoba. El culmen de la calidad del madrileño se comprobó en el minuto 29, cuando con un leve toque dejó a Morcillo y a Fran Miranda mirándose uno al otro. Un detalle más que demuestra que el 10 cordobesista es un jugador de superior categoría y que por sí mismo justificó el pago de la entrada.

La superioridad local era tal que a los ocho minutos ya tenía el marcador en franquía, fruto de las muchas virtudes blanquiverdes y de las desnudeces alcoyanas. De hecho, los de Jémez se permitieron el lujo de practicar la estrategia y, en una de ellas, con el 3-0, se encontró con el poste tras cabezazo de Tena. Con el partido cerrado al descanso, David Porras no se atrevió a retocar su equipo hasta comprobar qué es lo que iba a realizar el Córdoba en ese segundo acto. El sesteo blanquiverde le dio margen a disimular. Los locales iban sobrados en todo.

El mejor sabor de boca que dejó en la tarde de ayer este Córdoba, esa sensación novedosa que se produce casi todas las semanas, fue comprobar la diferencia entre unos y otros. Analizar al rival y, con todas sus limitaciones, errores y alguna que otra virtud, reconocerse en él. Verse como si se tratase de un espejo que refleja también la diferencia en el tiempo. Y reconocer al Córdoba de otros años. Ese, tradicionalmente inmerso cada temporada en el grupo que todos saben, tanto los monárquicos como los republicanos. Este ya no. Este Córdoba de Jémez está en la otra Segunda. ¿Cuál? Miren la clasificación en las vacaciones de Navidad.