La nueva versión de la selección española de baloncesto, plagada de debutantes y sin jugadores de la NBA ni de la Euroliga, arrancó su camino hacia el Mundial de China 2019 con un esperanzador triunfo ante Montenegro y una gran actuación colectiva en Podgorica (66-79).

Ajenos al conflicto por las ventanas de la FIBA, los españoles suplieron con calidad su falta de acoplamiento tras solo cuatro días entrenándose juntos y demostraron, en una exhibición defensiva, que hay relevo en el equipo nacional cuando se vayan retirando los habituales.

Enfrente, Montenegro acusó en exceso la ausencia de hombres de la talla de Tyrece Rice, Nicola Vucevic, Marko Todorovic, Bojan Dubljevic y Dino Radoncic, aunque mantenía a siete de los que fueron al Eurobasket.

El veterano Fran Vázquez, que fue capitán y acabó con quince puntos, protagonizó con tres canastas consecutivas los primeros ataques de una selección que sufrió en defensa el acierto inicial desde el triple de su rival y la aparición de un Filip Barovic que hizo daño en la zona.

Montenegro dominaba el marcador hasta que dos triples consecutivos de Jaime Fernández y Xavi Rabaseda equilibraron un choque igualado en sus diez primeros minutos (15-15).

Con un prometedor 29-38 y buenas sensaciones tras un gran segundo acto se llegó al descanso. En la reanudación se mantuvo el dominio español a las órdenes de un inspirado Quino Colom y gracias las grandes prestaciones defensivas de los de Scariolo.

En el último cuarto, los montenegrinos tiraron de casta y, espoleados por su afición, se pusieron a nueve aprovechando que España estuvo dos minutos y medio sin ver aro. Un acelerón final con tres triples seguidos volvió a apretar la contienda (63-69, min 38), aunque los españoles supieron controlar el juego y sumar la primera victoria en una clasificación mundialista.