La selección nacional de rugby 7 ha sido segunda en el torneo de Lodz (Polonia), segunda de las cuatro etapas del Campeonato de Europa, después de eliminar en la segunda jornada a Francia y Gales antes de caer frente a Rusia en la prórroga de la final.

Este resultado aprieta la cabeza de la clasificación general, en la que se agolpan rusos, españoles e irlandeses empatados a 36 puntos y dejan para los dos últimos torneos, a disputar en julio en Clermont-Ferrand (Francia) y Exeter (Inglaterra), la resolución del torneo y la clasificación para el Mundial del año próximo.

En el cuarto de final contra Francia, España aprovechó un largo ataque en superioridad numérica, por la lesión de un jugador galo, para adelantarse por medio de Lucas Levy, que anotó en la misma esquina en la que un minuto antes había dejado caer Jaike Carter un balón franco de ensayo.

Una escapada por la banda izquierda de Alexandre Nicoue, que superó en carrera a Iñaki Villanueva, equilibró el choque para Francia, que encadenó una segunda marca entre palos, posada por Julien Blanc al recuperar su propio saque de centro e irse así al descanso con más de una anotación de ventaja (5-14).

Jacobo Martín acortó distancias al comienzo del segundo tiempo mediante un fulgurante contragolpe pero Pierre Boudehent replicó a dos minutos para el final, lo que obligó a los españoles a una ofensiva desesperada en pos de la remontada, sustanciada con dos ensayos agónicos Marcos Poggi dentro del último minuto (22-21).

El propio Poggi culminó una jugada confusa, tras una descarga fallida de Tom Pearce, para adelantar a España en la semifinal frente a Gales y reincidió acto seguido con una ruptura por el centro que le daba a su equipo una amplia renta (12-0) mediada la primera parte.

Los británicos acortaron distancias al borde del descanso mediante Daffyd Smith pero el dominio de Villanueva y De Juan en el juego aéreo permitía a Manu Sainz-Trápaga incrementar de nuevo la diferencia nada más reanudarse el juego.

Poggi completó su triplete a cuatro minutos para el final, tras una combinación con Fontes que dejaba el encuentro sentenciado antes de que Jacob Flynn y Lloyd Lewis, en una reacción de orgullo de los galeses, fijase el 26-17 final en los instantes postreros.

El ala hispano-argentino también sobrevoló la primera parte de la final, en la que puso a España por delante (12-0) con dos nuevas marcas, una al romper con potencia la férrea defensa rusa y otra después de interceptar un pase de Vladislav Lazarenko quien se resarció abriendo la cuenta de su equipo al filo del descanso.

Lazarenko hizo doblete para empatar mediada la segunda parte con una carrera de ochenta metros pero el título no se jugó en los últimos dos minutos, porque German Davydov atravesó la defensa española y, con el reloj a cero Jaike Carter envió la final a la prórroga (19-19) después de una ruptura por la derecha.

El tiempo extra, jugado bajo la fórmula del 'golden score', termina cuando uno de los contendientes consigue anotar y fue Rusia la que se llevó el título (24-19) al ensayar Filatov al límite del esfuerzo, cuando los defensores españoles apenas si podían sostenerse en pie sobre el césped.