La selección española, que disputará su séptima final de la historia en el Europeo sub'21, tratará de prolongar su racha ante Alemania en Cracovia tras ganar las tres últimas que ha disputado.

El equipo de Albert Celades vuelve al partido definitivo, tras su ausencia en el anterior torneo continental en la República Checa, de forma brillante al vencer por 3-1 a Italia en las semifinales.

Su rival, Alemania, superó a Inglaterra en la tanda de penaltis y estará en su tercera final después de perder en 1982 y ganar en 2009 ante el cuadro inglés precisamente en ambos casos.

España es el segundo equipo más laureado de la historia de este torneo con cuatro coronas, una menos que Italia, a la que podría igualar este viernes.

La Roja obtuvo su primer título en 1986, dirigida por Luis Suárez, frente a los italianos en una confrontación a doble partido en la que tras ganarse ambos 2-1 fue superior en los penaltis con un Ablanedo estelar.

El segundo título lo consiguió en 1998 bajo la dirección de Iñaki Sáez. Ya se jugaba una fase final y el equipo en el que estaban jugadores como Guti, Míchel o Valerón, superó en la final en Bucarest a Grecia por 1-0, con tanto de Iván Pérez.

Hubo que esperar más de una década de nuevo para que España recuperase el dominio continental. Además lo hizo por partida doble, al coronarse en 2011 en Dinamarca ante Suiza (2-0) y en 2013 en Israel frente a Italia (4-2).

Fueron dos equipos de altos quilates, de fútbol de seda con nombres muy importantes que garantizaban la continuidad de los éxitos que en esos años acumulaba la selección absoluta con las dos Eurocopas y el Mundial de Sudáfrica. Los Juan Mata, Ander Herrera, De Gea, Javi Martínez, Muniain, Isco, Thiago, Koke, Morata, Illarramendi, Bartra o Carvajal brillaron y deslumbraron y ya son auténticas realidades.

Las finales perdidas por España fueron cuando aún se disputaban a dos partidos, en 1984 ante Inglaterra y en 1996 frente a Italia en la tanda de penaltis. En ambas ocasiones tenían sendas plantillas muy importantes con jugadores que luego se hicieron con un nombre en el fútbol internacional.

En esta oportunidad, Celades dispone de un conjunto también estelar, con jugadores asentados ya en sus primeros equipos y protagonistas en las grandes competiciones.

Saúl Ñíguez, sin ir más lejos, ha brillado estos últimos cursos en el Atlético de Madrid, con el que se ha ganado el protagonismo tanto en la Liga como en la Liga de Campeones.

El ilicitano logró el triplete que clasificó a España para la final y abrió el marcador en encuentros precedentes. Con cinco dianas lidera la tabla de artilleros por delante del portugués Bruma y Marco Asensio, que suman tres. España lidera la lista de goles marcados con doce, cinco más que Portugal, Inglaterra y Alemania.

El madridista cerró la cuenta de la última final de la 'Champions' ante el Juventus y aunque ha gozado de menos minutos ha tenido también cierto protagonismo en el equipo de Zinedine Zidane.

Pero ambos no son sino piezas de un bloque con múltiples argumentos en el que también están sobresaliendo jugadores de presente y de esperanzador futuro.

Cada uno está aportando su grano de arena, desde la seguridad bajo palos de Kepa y Pau López hasta la magia de Dani Ceballos y el esfuerzo infatigable en la medular de Marcos Llorente, una de las relevaciones de la Liga en su cesión en el Alavés, hasta el último componente de la plantilla que dedica el éxito a Yeray Álvarez, el zaguero del Athletic que tuvo que dejar la concentración porque tenía que volver a someterse a quimioterapia, e incluso a Alex Grimaldo, baja de última hora por lesión.